El gobierno comunicará este miércoles el dato de la inflación de julio pero los analistas ya proyectan que el índice de precios seguirá alto en agosto, y que puede llegar a medir un 3,3%, en medio de un complejo panorama azuzado por las tarifas y la crisis pronunciada por la política macroeconómica del gobierno de Cambiemos.
El director del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) Andrés Asiaín señaló a Tiempo que su proyección para el octavo mes es una posible suba de los precios minoritas del orden del 3,3%.
En la primera semana de agosto el CESO midió en los supermercados una inflación del 4,29% respecto del mismo tramo de agosto de 2017 con fuerte incidencia de los rubros audio, línea blanca, paños, textil e informática. Los alimentos aparecieron con el aceite a la cabeza.
Las grandes cadenas minoristas esperan para los próximos días las nuevas listas de los proveedores pero ya saben que vienen recargadas.
En una de las multinacionales más importantes del mercado local contaron que en los primeros quince días de agosto se vieron fuertes desfasajes en categorías de consumo masivo como las harinas y los derivados de harina, que entre enero y agosto marcaron aumentos que fueron desde el 60% y al 120 por ciento.
Nicolás Trotta, rector de la UMET y referente del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) planteó que la inflación de este mes se encamina a finalizar entre el 2,5 y el 3 por ciento, una distancia que estará determinada por el devenir del proceso devaluatorio de la moneda, que puede continuar en los próximos días.
A su vez, el analista Luis Affranchino, de la consultora MCL calcula que el índice de precios seguirá siendo alto pero consideró que lo más probable es que el número final redondee un 2,5 por ciento.
Si bien pronosticó un índice más bajo que los de Asiaín y Trotta, el economista recordó que la base de comparación, agosto de 2017, es un 1,7%. Aunque más bajo, el índice no deja de ser preocupante “dado que el 2,5% aportaría lo suyo para sumar 30% en los últimos doce meses”, concluyó.