Las empresas del sector agroexportador liquidaron en enero un 61% menos de las divisas que habían vendido a través del mercado oficial en el mismo mes de 2022. Así lo informaron las cámaras del sector, CEC (Centro de Exportadores de Cereales) y CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina), en un comunicado conjunto.
De acuerdo al detalle, las liquidaciones de enero totalizaron U$S 928,37 millones. El número es sensiblemente inferior a los poco más de U$S 2441 millones del mismo mes del año pasado. También es menos de la mitad de los U$S 1980 millones, que fue el promedio de los seis años anteriores.
“El ingreso de divisas del mes de enero es el reflejo de un mercado de granos post instrumentación del Decreto 787/2022”, advirtieron las cámaras en relación a la norma que dispuso en diciembre la reedición del Programa de Incremento Exportador. Ese régimen, conocido popularmente como “dólar soja” (y que ya se había implementado por primera vez en septiembre del año pasado), permitió a los exportadores de ese grano y de sus derivados vender los dólares obtenidos a un tipo de cambio diferencial, casi 40% por encima del que rige para el resto del comercio exterior.
Mediante ese mecanismo, el gobierno logró hacia fines del año capturar buena parte de la renta del sector que permanecía retenida a la espera de mejores condiciones de venta. Con ese esquema el Banco Central mejoró sus reservas en alrededor de U$S 3000 millones y el Tesoro embolsó unos $ 200.000 millones en concepto de mayores derechos de exportación.
El cese de ese mecanismo de incentivo no fue el único motivo para el desplome de la liquidación de granos con relación a los valores históricos. CEC y CIARA también atribuyeron la situación a “la fuerte sequía que agrava la comercialización con destino a exportación”. En el campo consideran que ese fenómeno meteorológico es el más fuerte de los últimos 60 años y provocarán una baja de entre 25% y 30% en los volúmenes de la cosecha gruesa. Todavía está por verse si las lluvias de los últimos días salvarán la siembra de soja y ayudarán a revertir el cuadro.
Este panorama complica las previsiones del gobierno en materia de obtención de divisas, un bien de por sí escaso para la economía argentina, y que complica fuertemente la operatoria de comercio exterior. Sobre todo si se considera que el complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el año pasado el 48% del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del INDEC.
Si bien esta situación se daba por descontada, los números no dejan de ser preocupantes. Según fuentes del mercado, el martes, en la última rueda del mes, los exportadores de cereales y oleaginosas apenas ingresaron U$S 18,3 millones en el mercado oficial de cambios y por eso el Banco Central tuvo que vender U$S 87 millones para atender la demanda. Eso hizo que en el acumulado del mes la entidad se desprendiera de unos U$S 190 millones.