Luego de varias horas de negociación la Comisión Nacional de Trabajadoras de Casas particulares ingresó en un cuarto intermedio para seguir negociando el próximo lunes.
La reunión había sido convocada para este jueves a partir de las 11 horas y, a diferencia del Consejo del Salario Mínimo, se desarrolló en formato presencial en la sede del ministerio de Trabajo de la Avenida Alem.
Del organismo presidido por el ministro de Trabajo participan doce organizaciones sindicales que cuentan con el 25% de los votos y dos representantes patronales que controlan otro 25% de la votación. El 50% restante queda bajo control de la representación estatal que, además, cuenta con poder de desempate y, por lo tanto, derecho a veto. De este modo, no se trata de una instancia paritaria tradicional sino un ámbito en el que las partes buscan un consenso cuya resolución en definitiva depende de la voluntad estatal.
Con todo, en horas de la tarde, se conoció que la cita no logró reunir el consenso que evaluaron necesario y optó por continuar las negociaciones el próximo lunes para que sea allí donde se intente alcanzar un acuerdo.
La cita se desarrolló en el marco de una movilización de organizaciones sindicales que representan a las trabajadoras de casas particulares pero que, a la vez, no cuentan con representación dentro del Consejo. Así varios centenares de trabajadoras del flamante Sindicato de Trabajadoras de Casas Particulares (STCP) se movilizaron junto a la Asociación de Trabajadoras de Hogares y Afines (ATHA) en reclamo de un salario de la categoría inicial equivalente a la Canasta Básica Total (CBT) hoy situada en $110.000.
Ese reclamo equivale a una suba de más del 100% si se toma en cuenta que, a partir del primer tramo del acuerdo sellado en abril, la categoría inicial hoy percibe $44.517,50 por debajo del salario mínimo vital y móvil y de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que mide el umbral de la indigencia para una familia compuesta por dos adultos y dos menores que, en julio, superaba los $49 mil.
El acuerdo sellado en abril implicó una suba del 30% en tres cuotas para los meses de abril mayo y junio dejando para esta negociación de revisión los incrementos que completaran el acuerdo hasta marzo de 2023. De ese modo, ente julio de 2021 y julio de este año el incremento acumuló un 73% algo superior al 70% que se incrementó el valor de la Canasta Básica Alimentaria.
Sin embargo, la pérdida del poder adquisitivo del sector con relación a la línea de indigencia se sostiene en forma incesante en los últimos cinco años. De hecho, en julio de 2017 el haber de la categoría inicial se ubicaba en $7.982 cuando el valor de la CBA llegaba a $6.045 representando 1,33 veces su valor.
En la actualidad equivale a apenas 0,89 CBA. Dicho de otra forma, en solo cinco años el salario inicial de las trabajadoras particulares retrocedió con relación a la CBA un 31% en términos reales.
A pesar del cuarto intermedio, según pudo saber Tiempo Argentino de fuentes de la cartera laboral, el lunes se alcanzaría un acuerdo porque las partes “están cerca” y que, ese entendimiento, se lograría sobre la base de una suba superior a la del salario mínimo que se cerró en un 75% hasta noviembre aunque llegando hasta marzo del próximo año. Los pronósticos de inflación anual ya rozan el 95%.