Uno de los artículos de la ley de emergencia que aprobó el Congreso Nacional y que pasó el filtro de las comisiones y de ambas cámaras sin modificaciones fue el 58, que confiere facultades al Ejecutivo para imponer al sector privado incrementos salariales en forma unilateral, sin necesidad de atravesar el mecanismo paritario convencional, así como la de otorgar exenciones en el pago de aportes y contribuciones.
La decisión, según los fundamentos oficiales, apuesta a generar un shock de consumo recomponiendo ingresos en aquellos sectores con salarios rezagados. Con todo, la reglamentación de la norma y su propia aplicación podrían ampliar el alcance de la decisión dejando en suspenso la discusión salarial por sector.
Sin embargo, los sindicatos confían en que eso no ocurrirá. En diálogo con Tiempo, Hugo Yasky, secretario general de la CTA, explicó que «en la reunión que tuvimos las tres centrales sindicales con Claudio Moroni (ministro de Trabajo) y Santiago Cafiero (jefe de Gabinete) dejaron en claro que esa facultad no se contradice con la plena vigencia de las paritarias y que, en todo caso, los aumentos que se determinen serán a cuenta de futuras paritarias».
En el mismo sentido, el taxista Omar Viviani señaló que «hay que leer la letra chica ahora pero no va a haber congelamiento de paritarias. Cada gremio seguirá discutiendo y a los salarios más bajos se le va a dar una suma acordada entre sindicatos y cámaras ad referéndum de las paritarias». «