Trabajadores de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) continuaban este jueves de paro para revertir más de 400 despidos, con vigilia en la mina del suroeste de Santa Cruz y acampe en Río Gallegos, la capital provincial, a la espera de negociaciones que se concretarían el lunes y martes próximos. El sindicato denuncia que la ciudad se encuentra militarizada con la presencia de 300 gendarmes.
Está todo en suspenso hasta que tengamos la reunión con la empresa, el lunes con cada sindicato y el martes con toda la Intersindical, pero todavía no hay una decisión política de dejar sin efecto los despidos, dijo el secretario general de ATE Santa Cruz, Alejandro Garzón.
Conforman la Intersindical que rechaza los despidos la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), La Fraternidad, Luz y Fuerza Patagonia y la Asociación del Personal Superior, Profesional y Técnico, los cuatro gremios con actuación en YCRT.
La convocatoria a negociaciones la semana próxima en Buenos Aires fue resuelta por el interventor de la empresa carbonífera estatal, Omar Zeidán, después del fuerte paro con movilización realizado ayer, señalaron fuentes de la Intersindical.
La esperanza nunca se pierde, expresó Garzón, aunque señaló que los despidos responden a «una decisión tomada de la empresa, que es el gobierno nacional, situación ante la que uno busca todo tipo de reuniones y negociación para poder revertirlo.
Según el titular de ATE Santa Cruz, si se mantienen los despidos «el conflicto se va a profundizar y va a ser un profundo conflicto social, porque involucra a dos comunidades, en alusión a las localidades de Río Turbio y 28 de Noviembre, con unos 30.000 habitantes en el sudoeste de Santa Cruz.
Como hay despidos en varias empresas del estado, donde ATE tiene casi el 80 o 90 por ciento de representación sindical, se convocó a una reunión urgente del Secretariado Nacional, donde seguramente será convocado un paro nacional, informó Garzón, quien integra la conducción nacional de ese sindicato de trabajadores estatales.
Los despidos en YCRT se concretaron después de que Zeidán anticipara una reestructuración que, según dijo, iban a incluir la reducción de las jefaturas en un 35% y un esquema de retiros voluntarios.
Con cerca de 3.000 empleados, YCRT es financiada en su totalidad por el Estado nacional, en 2017 contó con un presupuesto de 4.700 millones de pesos y para este año están previstos 3.600 millones.