Caídas la intervención y expropiación propuestas por el gobierno nacional, y el fideicomiso y el plan de trabajo en común impulsado por el gobierno de Santa Fe, el gigante Vicentin enfrenta sólo dos bretes. Uno, el concurso de acreedores, que lo tiene encaminado a partir de las decisiones del juez de ese proceso, Fabián Lorenzini, que se mantienen a un ritmo que le permite sostener el control de la gestión diaria del grupo. El otro, el conflicto con sus trabajadores, no lo ha podido encauzar y para encontrar una salida apeló a la justicia penal y la policía provincial.
Así, en la madrugada del viernes, una fuerza represiva, enorme para los parámetros de las ciudades de Reconquista y Avellaneda, desalojó los tres acampes que los trabajadores de Algodonera Avellaneda mantenían frente a las instalaciones de esa planta del parque industrial de Reconquista y de Aceitera Vicentin y Buyanor en su simil de Avellaneda.
Inmediatamente después, el Grupo Vicentin se encargó de hacer circular por redes sociales cómo la planta de Algodonera Avellaneda de Reconquista volvió a la producción, a pesar del paro que mantienen los trabajadores de esa empresa.
A tres puntas
El conflicto de Algodonera Avellaneda grafica cómo el poder estatal y económico se puede coaligar para imponer a los trabajadores una decisión, y que para ello requiere del concurso de los sindicatos.
La declaración del concurso en el conjunto del Grupo Vicentin derivó en la falta de pago de los ya bajos salarios a los más de 400 trabajadores de Algodonera Avellaneda, una hilanderia que procesa algodón en una planta en Reconquista y que entre sus clientes tiene a Reprotex, del mismo grupo, en Avellaneda. Reconquista y Avellaneda son localidades vecinas del norte de Santa Fe.
Los trabajadores de Algodonera Avellaneda respondieron a la falta de pago de sus salarios con paros, hasta que los dos sindicatos textiles que los representaban (Setia, para los mensualizados, y Fotia, para los obreros que cobran por quincena) decidieron no avalar más las medidas. En esa situación, los trabajadores dirigieron su mirada hacia un tercer sindicato con presencia en el Grupo Vicentin, el de Aceiteros. Tras una serie de reuniones, el 80 por ciento de los trabajadores de Algodonera Avellaneda eligió pasarse a Aceiteros.
A partir de ese momento, el conflicto se endureció porque la empresa decidió desconocer esa resolución. En este punto, fue apoyada por todo el entramado empresario del norte de Santa Fe que, a principios de agosto, se reunió en la Sociedad Rural de Avellaneda para expresar su “alta preocupación” porque el Ministerio de Trabajo provincial había aceptado al sindicato de Aceiteros como parte en el conflicto salarial. Aceiteros agregó al pliego de reclamos, básicamente cobrar el salario en tiempo y forma, el pedido de una suba salarial inmediata ya que los trabajadores de Algodonera Avellaneda cobran entre 20 mil y 25 mil pesos por mes. Para el grupo empresarial, había “incumplimiento de la Ley de Asociaciones sindicales al permitir que los trabajadores elijan libremente su convenio colectivo de trabajo sin tener en cuenta la actividad afín”.
La defensa cerrada empresaria para que los trabajadores de Algodonera Avellaneda sigan representados por los dos sindicatos textiles quizá pueda explicarse en una situación posterior. Tras el desalojo de los acampes, el sector de trabajadores más vinculado a Setia y Fotia volvió al trabajo, a pesar de que el resto mantenía el paro, lo cual fue mostrado por el Grupo Vicentin como una vuelta a la normalidad.
Hoy, movilización en Reconquista
Los trabajadores de Algodonera Avellaneda se movilizarán esta tarde a la planta de la empresa en el parque industrial de Reconquista.
«Convocamos a todo el pueblo, obreras y obreros de otras fábricas, trabajadores en general y a nuestras familias, a que nos acompañen a la movilización», señalaron en un comunicado difundido el viernes pasado tras el desalojo.
«Los trabajadores de la empresa del grupo Vicentin continuamos reclamando un salario acorde a la canasta familiar», subrayaron y agregaron: «Nuestro objetivo es defender la dignidad de nuestras familias, tantas veces pisoteada por los patrones».
Sonia Zanel, delegada de los trabajadores de Algodonera Avellaneda, le dijo a Tiempo que se mantienen con el paro de actividades y que concurrirán a una audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo el próximo martes.
A su vez, la Federación de Trabajadores Aceiteros convocó a una «huelga general regional» por tiempo indeterminado que afectará las actividades en Reconquista y Avellaneda.