–¿Esta es una de las paritarias más duras del último período?
–Tiene el sesgo del último año de un gobierno que ha pretendido, por todos los medios, que el ajuste lo paguen los trabajadores. Hemos logrado, en estos tres años, mantener el poder adquisitivo. Este no será la excepción. Tenemos una buena estrategia con adelantos trimestrales. Cuando aparezca una cláusula que garantice ir con la inflación cerraremos la anual.
–Si se compara con la inflación ha sido de las mejores pero si se mira la rentabilidad de los bancos…
–Hay 15 bancos que tienen ganancias fabulosas porque son tenedores de títulos públicos. Hay otros que se limitan al negocio de pedir dinero, prestarlo y obtener un spread. No la han pasado mal, pero no han obtenido esa rentabilidad.
–¿El Frente Sindical para el Modelo Nacional, que convocó al paro del 30 de abril, va a esperar lo que resuelva la CGT el martes para determinar la continuidad de su plan de lucha?
–Vamos a seguir con nuestra línea de plan de acción. Si el minúsculo grupo que ha quedado a cargo del Consejo Directivo de la CGT decide acompañar planteando un paro nacional estaremos gustosos. Es lo que venimos reclamando. Pero queremos un Confederal porque necesitamos un plan de acción y que el movimiento obrero encabece un proceso articulando la protesta social de aquí a las elecciones. No es agradable ver que van a concurrir a un pacto de diez puntos con el gobierno donde dice que van a avanzar en la reforma laboral y previsional. El único punto debería ser la discusión del cambio de modelo económico.
–El gobierno no cumplió con su compromiso de devolver plata de las obras sociales. ¿Un paro de la CGT puede ser visto como fuegos de artificio para que lograr esos fondos?
–Quisiera creer que han comprendido que después del 4 de abril, los trabajadores querían un plan de lucha y un paro nacional y que se los dio el Frente Sindical. Ojalá sea eso y no una discusión por los fondos.
–¿Abandonaron el reclamo de renovación de autoridades en la CGT?
–Soy respetuoso de los mandatos legales. Opiné a favor de la renovación cuando ellos mismos dijeron que se había agotado el ciclo. Parece que no les dieron los números y no lo hicieron.
–¿Se debe reunir la CGT con el FMI?
–No tiene sentido. El FMI no negocia, impone condiciones. Busca flexibilizar al máximo el mundo laboral disminuyendo costos para las empresas bajo el pretexto de mejorar la competitividad. La política del FMI implica una transferencia de poder a los grupos económicos concentrados.
–El Frente Sindical tiene sus contradicciones. Ricardo Pignanelli, de Smata, hizo campaña por Macri y Hugo Moyano acompañó. La Corriente Federal apoyó al kirchnerismo.
–Hubo compañeros que pensaron que era un cambio que tenía consecuencias de inclusión para los trabajadores. A partir de la experiencia, muchos empezaron a incorporarse a la discusión de confrontar con el modelo económico. Desde la Corriente Federal de Trabajadores vimos eso desde el primer día pero también buscamos generar más volumen para esa confrontación. Lógicamente tenemos la contradicción de lo que pasó, pero hoy es secundaria. La contradicción fundamental es si queremos vivir en el país que nos ofrece Cambiemos o no. Hay que avanzar en una estrategia en conjunto para hacerla sentir en la calle y en el proceso electoral.
–¿El plan de lucha tiene que servir para erosionar al gobierno hacia las elecciones o para que modifique su política ahora?
–Para que el gobierno actual y el futuro entiendan que tiene que cambiar el modelo económico independientemente de quién conduzca. No estamos para erosionar un gobierno, los trabajadores tienen necesidades hoy, no pueden esperar al 10 de diciembre.
–¿Qué opina del discurso de Cristina en la Feria del Libro? Dijo que había que hacer algo nuevo. ¿A qué se refería?
–Ella ya empezó el cambio por algo nuevo con la lista de diputados de Unidad Ciudadana. Incorporó representaciones diversas. Fue un discurso tranquilo con la mirada puesta en comprender lo que viene. Lo que se discute no es sólo cambiar un gobierno sino la articulación de un gran acuerdo nacional para sostener un gobierno el día después con un país con dos millones de pobres más y un endeudamiento inusitado. Dicen que el dólar sube y baja por el miedo a que vuelva Cristina y que declare el default. Pero los mercados deberían estar más tranquilos con Cristina que con cualquier otro gobierno. Néstor Kirchner pagó toda la deuda y de manera anticipada. Deberían estar más asustados si sigue Macri, que lo único que ha hecho es pedirles plata a los organismos internacionales para financiar un déficit fiscal que nunca corrigió ni va a hacer porque cada vez hay más pobreza.
–¿Cristina tiene condiciones para hilvanar ese acuerdo nacional o va a tener que hacer un renunciamiento histórico?
–¿Por qué debería dar un paso al costado quien mejor mide en el electorado? Cristina tiene que ser candidata y tiene que liderar ese proceso de unidad de los sectores populares. El acuerdo tiene que ser al inicio. No sirven los diálogos sociales cuando uno se está yendo de un gobierno. Así, lo único que se hace es socializar el costo político de las decisiones que se tomaron.
–¿Tiene que haber PASO del peronismo?
–Con el peronismo no alcanza porque después se tiene que sostener un gobierno. Hace falta un gran frente patriótico de los movimientos populares. «