El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo su proyección para la Argentina y sostuvo que este año su economía crecerá 2%, nivel que le permitiría conseguir un incremento de su Producto Bruto Interno (PBI) por tercer año consecutivo, y que lo ubicaría por encima del promedio de los países desarrollados y de la región.
En su actualización de enero de sus Perspectivas Económicas Mundiales (WEO por sus siglas en inglés), divulgada anoche, el FMI estimó que el país crecerá 2% tanto este año como en 2024, sin cambios respecto a su anterior previsión de octubre.
De esta forma, la Argentina acumulará tres años de crecimiento consecutivos en su PBI tras expandirse 10,4% en 2021 y alcanzar a 5,9% hasta noviembre de 2022.
De cumplirse con las proyecciones será la primera vez que el país lo consiga desde 2008, momento en el cual había acumulado seis años seguidos de expansión de entre 8% y 9% anual tras el desplome de 2002.
Luego de 2008, el país sólo logró encadenar dos años seguidos de crecimiento en 2010 y 2011, y desde 2012 hasta 2020, solo creció en tres periodos (2013, 2015 y 2017).
El economista jefe, Pierre-Olivier Gourinchas destacó en una conferencia de prensa el desenvolvimiento de la economía del país durante el año pasado, superando lo previsto originalmente por el propio Fondo.
“Tuvimos una revisión al alza de Argentina el año pasado, de casi 0,5 puntos porcentuales a 4,5%, en base a una actividad más fuerte de la esperada de la manufactura y del comercio minorista”, sostuvo en referencia a los datos del 2022 que el FMI originalmente estimaba.
En cuanto a la estimación para este año, el Fondo prevé una ralentización respecto a 2022, en línea con el resto de la economía global.
“Se trata de una combinación tanto de fuerzas externas como la desaceleración de la economía global que pesará también en Argentina, y las políticas de ajuste que se están ejecutando en el país, tanto un ajuste en la política monetaria como algo de ajuste en el plano fiscal para tratar de controlar una inflación muy elevada que es cercana a 100%”, explicó Gourinchas.
El funcionario remarcó la importancia de que el país cumpla con las metas previstas en el acuerdo del FMI, incluyendo un límite de financiamiento monetario de 0,6%, un déficit fiscal de 1,9% (respecto al 2,5% de 2022), y reservas internacionales netas de US$ 9.800 millones.
“Creemos que es realmente importante que se cumplan las metas de políticas que están fijadas en el contexto del programa que el país posee con el FMI, tanto en lo fiscal como en lo monetario”, remarcó el economista.
Cumplirlas permitirá “anclar la inflación de aquí en adelante y ayudarán a estabilizar la economía”, afirmó.
El crecimiento previsto de la Argentina en 2023 es mayor al estimado para el conjunto de las economías avanzadas y al de la región.
En el caso de los países desarrollados se proyecta un crecimiento de 1,2% frente al 2,7% de 2022, con el 90% de estos países con proyecciones menores a las del año pasado.
Bajo el efecto de los ajustes monetarios de la Reserva Federal (FED) y del Banco Central Europeo, el FMI estima que Estados Unidos crecerá 1,4% y la Eurozona 0,7%, en ambos casos con revisiones al alza –respecto a octubre- de 0,4 y 0,2 puntos porcentuales.
Japón, por el contrario, con una política expansiva, crecerá 0,8%, mientras que Reino Unido será la única de las grandes economías con una contracción estimada de 0,6%.
Respecto a Latinoamérica y el Caribe, el crecimiento se desacelerará de 3,9% en 2022 a 1,8% para este año, aunque más que el 1,3% previsto por el Banco Mundial y la Celac.
La expansión, luego, se aceleraría a 2,1% en 2024 debido a “condiciones financieras más estrictas y precios más bajos de los productos básicos exportados”.
Brasil y México tienen proyecciones de 1,2% y de 1,7%, respectivamente, en ambos casos con revisiones al alza por una demanda doméstica robusta y crecimiento de socios comerciales en el caso mexicano, y una mayor asistencia fiscal de la prevista en el brasileño.
En el plano global, el reporte proyecta una desaceleración del crecimiento de 3,4% en 2022 a 2,9% en 2023, por debajo del promedio histórico de entre 2000 y 2019 de 3,8%.
La reciente reapertura de China –que junto con India representarán el 50% de lo que crecerá el mundo este año- y la moderación de los riesgos a la baja en las economías, permitió al Fondo incrementar en 0,2 puntos porcentuales lo previsto para este año respecto al anterior informe, observando un escenario “menos sombrío” y economías más resilientes de lo previsto en el último trimestre de 2022.
“La previsión de bajo crecimiento en 2023 refleja la suba de tasas de los bancos centrales para luchar contra la inflación –especialmente en las economías avanzadas- y la guerra en Ucrania”, indica el reporte.
En el caso de la inflación, 84% de países tendría un índice más bajo este año respecto a 2022, cayendo el promedio global de 8,8% anual a 6,6%, aunque aún por encima del promedio pre-pandemia de 3,5%.