En su discurso de apertura de sesiones, el presidente Alberto Fernández aseguró que su gobierno llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario. Y detalló:

-Se trata de una refinanciación de la deuda que tomo el gobierno de Cambiemos en 2018

-Los pagos del stand by de 2018 se harán con el dinero del propio FMI.

-La deuda, así refinanciada, se empezará a pagar en 2026, hasta 2034.

-Se va a “ordenar” la política monetaria y fiscal. Y en el único punto en el que se detuvo para ser más específico, dijo que el 10% de la población con “mayor capacidad económica” pagará la tarifa plena mientras que el resto será sujeto a una ley de 2018 derogada por el entonces presidente Mauricio Macri que estipulaba que las tarifas no podrían subir más que el Coeficiente de Variación Salarial (CVS).

Apenas concluyó la exposición ante la Asamblea Legislativa, comenzaron a circular rumores sobre el cierre del acuerdo entre los funcionarios del Ministerio de Economía y los técnicos del Fondo. Según esa especie, mucho antes de que Fernández hablara esos negociadores ya habían convenido los números del tema más espinoso: el déficit fiscal y, dentro de eso, el nivel de los subsidios a la energía.

Según esta versión, la tarifa subirá un 40% para todos. Luego, la segmentación hará que para el 35% de los usuarios de AMBA y por obra de los subsidios, esa suba sea de sólo el 20% para los sectores “vulnerables”. Este segmento de la población vería incrementado en términos netos el nivel de subsidio que recibe.

En el sector del medio, la suba del 40% sería plena, aunque seguirá recibiendo los subsidios que le llegan en la boleta. Pero claro, esos subsidios perderán peso en relación al total porque quedarán prácticamente fijos mientras el costo total de la energía (sea gas o electricidad) crece.

Por último, el 10% mencionado por el presidente (no queda claro si se ubican en el vértice por ingresos o por patrimonio o una combinación de ambos) recibirá la suba de tarifas del 40% y, al mismo tiempo, se le sacarán los subsidios con lo que la suba total de su boleta podría ser del 80% y más.

Sobre la tarde de este martes, otras fuentes del gobierno se hicieron eco de lo que hasta entonces sólo era una versión del Palacio de Hacienda aunque a la hora de preguntar por los detalles la respuesta siempre era la misma: “consulten en Economía”.

Los subsidios estatales a la energía consumieron el 2,5% del PIB en 2021. ¿A cuánto deberían llegar este año? Entre 1,5% y el 2% del PIB, una cifra que se irá afinando con el paso del tiempo por los imponderables como la guerra entre Rusia y Ucrania. En el mejor de los casos, serían unos US$ 4000 millones de ahorro estatal en 2022 que se trasladan a los bolsillos de la población. La consecuencia, del otro lado, es la detracción de esos mismos US$ 4000 millones del consumo privado.

Respecto de los plazos, el presidente dijo en su discurso “A partir de esta semana esperamos que esté en manos de los legisladores y las legisladoras nacionales considerar la aprobación del acuerdo que se alcance con el staff del FMI para dar previsibilidad a los argentinos y argentinas”.

La causa de la falta de una fecha cierta se debe que “Aún hoy seguimos negociando aspectos vinculados a la formalización de ese acuerdo que confío concluir a la brevedad”. Según fuentes oficiales consultadas, se trata de formalismos y traducciones.