Los precios de los alimentos básicos mantienen un rally alcista desenfrenado que no repara en la caída del consumo, originado en la pérdida de poder adquisitivo de los asalariados, ni en las medidas del gobierno. Diversas organizaciones de consumidores alertaron que la tónica alcista de los primeros meses del año se mantuvo en abril.
El ISEPCI (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana) señaló que los valores de la canasta básica alimentaria se dispararon 8,8% el último mes, totalizando un 31,3% desde enero. De acuerdo a los datos obtenidos por sus encuestadores en negocios de cercanía del conurbano bonaerense, el conjunto de 57 artículos que necesita una familia tipo (dos adultos y dos hijos pequeños) subió a $ 41.833. Esto significa un adicional de $ 3.384 con relación a lo que ya se pagaba en marzo.
Las subas fueron encabezadas por el pan (60%), mayonesa (40%), mermelada (39%) y galletitas dulces (38%). También influyeron algunos artículos de verdulería con marcado componente estacional, como la zanahoria (108%) y la lechuga (78%).
Isaac Rudnik, director del organismo, informó que la variación de esa canasta en los últimos 12 meses fue de 63,5%. “En los últimos meses no cesa el deterioro permanente del poder adquisitivo de los sectores de menores ingresos y la suba de los alimentos en los barrios es cada vez más feroz”, dijo. En respaldo de su opinión, citó los incrementos salariales de los dos primeros meses del año informados por el Indec, que apenas fueron de 8,7% para los trabajadores privados registrados y 4,8% para los no registrados.
Por su parte, desde Consumidores Libres, su representante Héctor Polino señaló que su propio relevamiento, hecho en supermercados y negocios barriales de la Ciudad de Buenos Aires, arroja un aumento de 6,24% en la canasta básica alimentaria, compuesta por 21 productos. Desde enero, la suba acumulada es de 22,42%. Sólo en abril, esa organización detectó incrementos de 17% en azúcar, 16% en harina de trigo y 7% en corte de carne como picada y bola de lomo.
De la diferencia entre ambos se desprende que los de por sí elevados aumentos son todavía mayores en el conurbano y en particular en los negocios de cercanía (almacenes y autoservicios barriales), a los que no llegan los programas Precios Cuidados y otros similares que el gobierno cerró con productores y supermercadistas.
En ese sentido, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, se reunirá este miércoles con representantes de empresas de artículos de limpieza, para analizar la marcha de Precios Cuidados y evaluar qué sucede con los productos que están por fuera de ese programa. También hará lo propio con empresas molineras, centros de panaderos y cámaras de fábricas de pastas, para avanzar en cuestiones operativas sobre el fideicomiso que subsidiará el valor de la harina de trigo en el mercado interno. El fondo se integrará con el incremento de dos puntos porcentuales en los derechos de exportación de la soja y sus derivados. El mecanismo busca abaratar el precio del pan, que experimentó una fuerte suba a mediados de marzo, en consonancia con el alza en los mercados internacionales por la guerra en Ucrania. Sin embargo, a dos meses de su creación (el gobierno lo anunció el 3 de marzo), todavía no está implementado.