La dramática caída del consumo quedó reflejada en los informes que difundió este jueves el Indec sobre el nivel de ventas en los centros comerciales en el mes de octubre pasado. En los supermercados de todo el país la retracción fue de 10,0% con relación al mismo período de 2017 y en los autoservicios mayoristas de 8,5%. En tanto, en los shoppings (rubro en el que sólo se relevan los ubicados en el área metropolitana) la caída fue mayor y alcanzó el 18,6%.
El cálculo se realizó a valores constantes. Para ello el estudio tomó los niveles de venta de cada categoría y los midió según los precios que había al año 2016, eliminando el componente inflacionario. En cuanto a la facturación nominal del conjunto de los establecimientos de cada sector, las subas fueron de 38,6% (mayoristas), 33,7% (súper) y 16,6% (shoppings), muy inferiores al alza que mostraron los precios, tanto al por mayor como para los consumidores.
En el caso de los shoppings, en particular, la metodología de cálculo permite observar que la crisis es mucho mayor en el Gran Buenos Aires, donde las ventas corrientes apenas crecieron 7,4%, mientras que en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires subieron 26,1%. Según el informe, en los 37 centros relevados hay 243 locales vacíos (el 8% del total disponible), de los cuales 200 están en alquiler y el resto se encuentran en refacción o no atienden por otras razones.
Los números son el correlato lógico de la pérdida de poder adquisitivo de la población, que se viene dando desde hace más de dos años y se agudizó en los últimos meses con la disparada del dólar y la renuencia del gobierno y del sector empresario a habilitar la renegociación de los convenios salariales. De hecho, cuando se analiza el acumulado del período enero-octubre a precios constantes (incluyendo los meses previos a la corrida cambiaria), el nivel de ventas en esos centros comerciales no fue tan malo, oscilando entre subas de 0,7% y bajas de 1,2%, según el sector.