La casi segura venta de los activos de Sancor a Adecoagro podría concretarse a casi la mitad del precio que hasta el año pasado formaba parte de la evaluación de otra firma interesada en la cooperativa láctea argentina.
De acuerdo con la información que circula en el sector, Adecoagro podría llegar a pagar unos 300 millones de dólares por una decena de plantas y una gran red comercial y logística.
A mediados del año pasado trascendió que una consultora internacional valuó los activos de Sancor en U$S 1000 millones. Esa cotización formaba parte del estudio de la contabilidad de la empresa encarado por Fonterra, la cooperativa de Nueva Zelanda que era considerada número fijo para la compra pero cuya propia situación financiera le impidió seguir en la pulseada.
Sancor arrastra serios pasivos que deben ser descontados del valor de sus activos. Ello incluye unos $2000 millones a la AFIP en impuestos no pagados, lo que le otorga poder de veto al ente oficial en cualquier operación.
Sancor adeuda otros $ 2000 millones son a los bancos. Por último, mantiene una deuda comercial de $ 800 millones, resultado de una quita del 60% en el marco de un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) con 2100 acreedores.
Así las cosas, el pasivo rondaría los U$S 250 millones, los que sumados a los U$S 300 millones que pagaría Adecoagro darían un total muy lejano de esos U$S 1000 millones cotizados el año pasado.
Para que se tenga una dimensión de los valores en juego, hay que recordar que en 2012, Sancor recibió U$S 150 millones por la venta de la marca Sancor Bebé a la estadounidense Mead Johnson Nutrition. O los U$S 100 millones que recibió del Grupo Vicentín por su negocio de yogures, postres y flanes.
A pesar del descalabro en el que está inmersa desde 2015, Sancor sigue siendo la segunda empresa industrial láctea de la Argentina. Procesa 1,4 millones de litros de leche por día, aunque tiene una capacidad de 4,2 millones. Mastellone, la número uno del sector, tiene una capacidad industrial de procesamiento de leche de 6,5 millones de litros diarios. Además, Sancor también es la segunda marca más vendida del mercado. En su último balance acusó una facturación de 2800 millones de pesos, un tercio de ella lograda con la exportación.
Si bien algunas de las plantas de Sancor son vetustas, otras, como las de Chivilcoy y Sunchales, son modernas.
Sancor arroja resultados negativos desde el período fiscal 2014-2015, cuando perdió 447,8 millones de pesos. Un año después, el rojo se disparó hasta $ 2.421,4 millones. En el último balance conocido, el correspondiente al ciclo 2016-2017, la pérdida fue de 2749,7 millones de pesos.
Con la compra de Sancor, Adecoagro da un paso que es un punto de inflexión en su desarrollo, ya que diversificará sus negocios y, más importante, la fuente de ganancias, hoy concentrada en Brasil.
Este aspecto era considerado un punto débil de la firma en la que hasta hace poco tiempo atrás figuraba George Soros como inversor.
En septiembre pasado, la agencia calificadora de riesgo Moody’s le dio una calificación baja (Ba2) a una emisión de Obligaciones Negociable de Adecoagro al tiempo que le otorgaba una perspectiva negativa. «Las calificaciones están limitadas por la concentración de materia prima de Adecoagro en el estado de Mato Grosso do Sul, donde alrededor del 74% de su EBITDA fue generado por dos ingenios de caña de azúcar en 2016», señaló Moody’s.
En el mundillo financiero se consideraba que si bien con la compra de Sancor Adecoagro incrementaba su exposición al riesgo argentino, el ingreso a la industrialización láctea le daba un nuevo horizonte. En la Argentina, Adecoagro posee tierras productivas (70% de sus cosechas están ubicadas en la Pampa Húmeda), tambos y fábricas de etanol.
Moody’s recomendaba en su informe una «diversificación del riesgo» en diferentes ambientes y actividades, de entre las cuales, el 4% de sus ingresos proviene de sus tambos.
Primero SA, luego la venta
Para ser vendida, la cooperativa Sancor debe transformarse primero en una sociedad anónima. Para ello, sus asociados ya están convocados por la actual conducción, que dirige Gustavo Ferrero, a una asamblea el próximo jueves 12 en Sunchales para votar ambas propuestas. La invitación a los cooperativistas asociados incluye un dato: Adecoagro comprará al menos el 90% de las acciones resultantes de la conformación de la nueva SA. Queda la duda de si el 10% restante quedará en manos de la actual conducción.
La cooperativa llega a esta instancia crucial en su desarrollo con sietre plantas vendidas a sus competidores y 1500 trabajadores menos, en un proceso de achicamiento que le tomó menos de dos años.
Adecoagro llega a la compra de Sancor con una conformación societaria algo diferente a la original. La retirada del millonario George Soros ha sido compensada por la presencia de fondos de inversión de Singapur, Qatar y Holanda. «