«En todos los supuestos, los alquileres se establecerán en moneda de curso legal al momento de concertarse. Será nula, sin perjuicio de la validez del contrato, la cláusula por la cual se convenga el pago en moneda que no tenga curso legal. En este caso, el precio quedará sujeto a determinación judicial». Es el artículo 16 bis, que pretende sumarse a la Ley de Alquileres (27.551), con el fin de prohibir los contratos de alquiler en dólares.
El artículo cuenta con el respaldo de la Federación de Inquilinos Nacional y fue presentado en el Congreso por el diputado nacional Federico Fagioli, del Frente Patria Grande (Frente de Todos). En paralelo, persiste el reclamo de los inquilinos para que se prorrogue la vigencia del decreto 320 que congela los precios y prohíbe los desalojos, además de un plan de desendeudamiento.
La dolarización de los alquileres es un tema que preocupa a los inquilinos. Por el momento, el fenómeno crece solo en los alquileres de grandes valores, en zonas de alto poder adquisitivo. Sin embargo, enciende las alarmas porque es muy factible su expansión a todo el escenario de alquileres, donde está en juego el acceso a la vivienda de más de 9 millones de personas.
El diputado Fagioli explicó a Tiempo: «Es una práctica cada vez más común. Querés alquilar una quinta y está en dólares. Esto hace también que suba el precio del alquiler en toda esa zona. La idea es dar nulidad a todo contrato de alquiler en cualquier moneda que no sea la nuestra».
Para el diputado, «es insólito que las construcciones sean en pesos, los sueldos se paguen en pesos, pero las viviendas estén valuadas en dólares». Por todo ello, aseguró que es importante «romper el bimonetarismo y fortalecer nuestra moneda».
Según el sitio especializado Reporte Inmobiliario, que publica desde 2008 el Índice de Costos de la Construcción, el «metro cuadrado vendible» cayó a mínimos históricos en dólares, debido a las devaluaciones de 2018 y 2019 y a la suba del dólar ilegal, que abarataron los insumos. En octubre último, ese valor llegó a ubicarse por debajo de los U$S 400, con un valor en pesos inferior a los 70 mil.
Por estos días, con la baja del dólar blue y las paritarias de la UOCRA, se recuperó a $ 82 mil, que se pueden traducir en U$S 550. Sin embargo, los precios de las viviendas en dólares no bajan y tampoco lo hacen los alquileres en pesos.
Gervasio Muñoz, titular de la Federación de Inquilinos, explicó: «No es solo que empieza a haber contratos en dólares en los lugares más caros, sino que el mercado calcula rentabilidad en función del valor de la vivienda en dólares. Lo importante es empezar a desdolarizar el acceso al suelo; desanclar la rentabilidad del mercado inmobiliario al dólar».
A dolarizar
La dolarización de la vivienda se impuso con fuerza en Argentina durante la última dictadura militar. «Entre las 20 medidas económicas de Martínez de Hoz, dos tienen que ver con el precio de las viviendas. Por un lado, se dolarizaron las viviendas y, por otro, se desregularon los precios del alquiler. Así, se empieza figurar en el país la elitización del acceso a la vivienda», resumió Muñoz.
Para revertir ese proceso, Muñoz propone un sendero de tres pasos: «Primero, el que ya se dio, es la Ley de Alquileres; el segundo, que está en camino, prohibir la dolarización de los alquileres; el tercero será atar el valor del alquiler al valor fiscal de las viviendas».
Muñoz señaló que le pidieron al flamante ministro de Hábitat y Vivienda, Jorge Ferraresi, que se anuncie la extensión del decreto 320 antes de las Fiestas, «pero aún no tenemos respuestas”.
«No se debe pensar que debe terminar el decreto, porque el día que termine habrá desalojos masivos. Creemos necesario un plan de desendeudamiento, pero lo más importante es congelar precios para que baje la relación ingreso-alquiler», concluyó. «