Desde 2015 a 2017 la importación de lavarropas creció un 417% y la de aires acondicionados se incrementó un 202%. En términos generales la importación de productos electrónicos subió un 149% en apenas dos años. El resultado fue la pérdida de 3.680 puestos de trabajo en la industria desde 2015. La cifra escala a 6.400 si se toma desde el año 2013.

Los datos surgen de un informe realizado por el Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV basado en datos del INDEC y del Ministerio de Trabajo.

La industria electrónica en la Argentina se había desarrollado a partir de un formato de ensamblaje de productos importados. La política desplegada desde el año 2003 buscaba que, al menos un eslabón de la cadena productiva electrónica, se desarrollara en el país. 

Para eso se estableció un régimen preferencial para la industria con fuertes exenciones impositivas, en particular, para las plantas localizadas en la provincia de Tierra del Fuego. El ítem de gastos tributarios (impuestos que por regímenes especiales deja de recaudar el fisco), destinado a la promoción económica en Tierra del Fuego (ley 19.640), en 2017 alcanzó los $26.845 millones y contempla poco más de $30 mil millones para este ejercicio.

Esa política, además, estuvo acompañada de medidas de protección del sector a través del uso de licencias no automáticas, medidas anti dumping y aranceles a la importación de productos que pudieran competir con la producción local. Así las cosas, en 2015 el 98,4% de los lavarropas y el 90,2% de las heladeras que se vendían en el mercado interno eran producidos en el país. 

Como resultado, los 15.964 empleos sectoriales que registró el ministerio de Trabajo en 2003 se elevaron a 40.195 una década después. A fines de 2017 ese número retrocedió hasta 35.266. 

Es que a partir de 2016 se procesó un desmantelamiento de esa política proteccionista a partir de una desregulación del comercio exterior que generó un incremento exponencial de las importaciones. 

La producción local de notebooks, tablets y PC cayó desde 376 mil unidades en 2015 a 16 mil en 2017 mientras que la importación de notebooks y tablets creció un 139% llegando a acaparar el 100% del mercado en 2017 cuando, apenas dos años atrás, el ingreso de esos productos terminados explicaban el 47% de las ventas locales.

Otro de los sectores más afectados fue el de aires acondicionados que registró una caída el año pasado del 41,3% respecto a 2015. Así, en los últimos dos años la producción de microondas cayó 16,4%, heladeras y freezers retrocedieron 11,2%, lavarropas y secarropas se contrajeron 12,3% y cocinas registraron una baja del 1,8%. En el mismo período, la producción de monitores cayó – 60,7%, las cámaras fotográficas retrocedieron un 92,7% y los celulares registraron una baja del 11,0%, siempre respecto a 2015.

En números, se trata de importaciones de productos terminados de la industria electrónica por un total de 956 millones de dólares en 2017 cuando en 2016 alcanzaban los 397 millones de dólares. 

A la hora de explicar la caída en el empleo hay que tomar en cuenta que a esa política de apertura se le sumó una caída sensible en las ventas del sector por la persistente depresión del consumo interno que, según CAME, retrocedió un 10,54%. Las ventas minoristas de los productos del sector en 2017 se ubicaron en un índice del 91,1 sobre una base=100 de 2010. El pico había sido en 2013 cuando alcanzaron un 111,8.