El consumo privado sigue sin recuperarse y un nuevo estudio así lo certifica. Según la consultora Kantar Worldpanel, que se especializa en analizar los hábitos de los consumidores, los argentinos redujeron un 2% el volumen de sus compras de artículos de primera necesidad.

Los números se refieren al primer trimestre de este año, en comparación con el mismo período de 2016. En líneas generales, el tamaño de las compras se mantiene, pero las visitas a supermercados y almacenes se hacen de manera más espaciada.

De las siete categorías relevadas, la que más cayó fue la de los lácteos (9%), seguido por los productos congelados (5%) y las bebidas (3%). Los artículos para el cuidado del hogar también tuvieron una variación negativa del 1%, en tanto que los de cuidado personal fueron los únicos que subieron con relación a la misma época del año pasado (2%). Alimentos e infusiones se mantuvieron sin variaciones.

A la vez, entre los lácteos, la subcategoría de leches líquidas fue la menos afectada por ser la más básica: alrededor del 80% de las familias las consumen con regularidad. En cambio, los yogures y quesos sintieron la caída en mayor proporción. “Las segundas marcas ganan terreno en lácteos porque significan un ahorro del 20% frente a las primeras marcas”, señaló Federico Filipponi, director de Kantar.

El estudio detecta la relación directa entre el aumento de precios y la caída en las compras. “Las 10 (sub)categorías que más crecieron en volumen tuvieron un incremento del precio medio por debajo del total, mientras que las 10 que más perdieron, registraron variaciones del precio medio muy por encima del promedio. Esto muestra cuán atentos están los hogares a ese factor para tomar decisiones”, explicó Filipponi. Un ejemplo son los productos de cuidado personal, en los que las marcas tradicionales recuperaron participación gracias a que sus precios subieron menos que las segundas marcas.

El informe señala que es el sexto trimestre consecutivo de retracción en el consumo. El consuelo es que esta vez no fue tan pronunciada como en otras ocasiones: entre octubre y diciembre de 2016, por ejemplo, había sido de 6%.

A grandes rasgos, el estudio coincide con los de otras consultoras que señalan que en los últimos 15 meses el consumo de los hogares no deja de perder terreno. Lo mismo indicó CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), que estimó la caída en un 4%. Las entidades que agrupan a los almaceneros bonaerenses y a los supermercadistas chinos reportaron en abril reducciones del 6 y del 12%, respectivamente, con relación al año pasado.

Sin embargo, contra toda lógica, la menor demanda no consigue frenar el alza en los precios. Según el índice que dio a conocer el Indec esta semana, la inflación anual es de 27,5% y trepa al 29,1% en el rubro de alimentos y bebidas.