El déficit fiscal se disparó como consecuencia de los paquetes de ayuda dispuestos por el Estado Nacional y la baja en la recaudación de impuestos a causa del coronavirus. Según el informe oficial del Ministerio de Economía, el rojo del mes de abril fue de $ 228.821 millones, lo que casi duplica el ya de por sí abultado desequilibrio que se había registrado en marzo.
El resultado surge de ingresos tributarios por $ 306.728 millones, con un alza interanual de apenas 14%, mientras que hubo ingresos extraordinarios de $ 9.520 millones. En cambio, los gastos primarios totalizaron $ 545.070 millones, un 96,8% más que en el mismo mes del año pasado. Si se suman los $ 37.227 millones por intereses de la deuda pública, el déficit financiero ascendió a $ 266.049 millones.
El dato es preocupante porque significa que en el primer cuatrimestre del año, el déficit primario acumulado ($ 391.715 millones) ya alcanza a 1,4% del PBI. La proyección es incierta debido a que todavía es impredecible la evolución de la situación sanitaria. La cuarentena y las restricciones a la movilidad impactan directamente sobre la producción con un doble efecto: la caída en los ingresos tributarios y la intervención estatal para paliar la situación de los sectores más afectados.
En abril, según la explicación del Palacio de Hacienda, los motores del déficit fueron el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), el bono de $ 3.000 a jubilados y beneficiarios de la AUH, la entrega de tarjetas alimentarias y los programas de asistencia al empleo. La Anses, por su parte, suspendió el cobro de cuotas por los préstamos otorgados. Además se multiplicó por diez la asistencia a las provincias, a través de adelantos transitorios del Tesoro y ayuda a los cajas previsionales. “Conjuntamente, estas medidas significaron erogaciones por más de $132.000 millones”, afirmó el comunicado oficial. Muchas de ellas seguirán vigentes: el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, confirmó que el IFE seguirá por lo menos un mes más.
Para las cuentas oficiales fue, a todas luces, el peor mes en lo que va del año, ya que se sumó la menor recaudación en términos nominales con el pico de los egresos para combatir la pandemia. Del análisis de las planillas oficiales surge que por cada 100 pesos ingresados, el gasto del Estado fue de 172, a lo que hay que sumar otros 12 correspondientes a los intereses de la deuda.
Por fuera de esos números, el informe señaló los $ 230 mil millones entregados como renta por el Banco Central. En marzo, ese organismo también había girado $ 80 mil millones para asistir al Tesoro.