Esta semana se conoció la evolución de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT) que establecen el umbral de la indigencia y la pobreza, respectivamente.
El dato de noviembre da cuenta de una suba interanual del 97,4% para la CBT y del 101,8% para la CBA. La suba contrasta con el 92,4% interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el mismo mes en el que se registró una suba de precios con relación al mes anterior del 4,9%.
La diferencia en la medición interanual se explica por el impacto de la suba de precios, en particular en los alimentos, que son los que componen la CBA. La línea de indigencia, que en noviembre alcanzó los $ 64.012 para una familia integrada por dos adultos y dos menores, se define a partir del acceso a los alimentos indispensables para la vida.
Por eso, la inflación impacta especialmente en los sectores de menores recursos que son los que consumen bienes alimentarios y servicios básicos. El nowcast de pobreza que elabora con un alto grado de rigurosidad la Universidad Torcuato Di Tella bajo la dirección del econometrista Martín Rozada, a partir de estos valores que se conocieron, estableció un nuevo pronóstico de pobreza para el promedio del semestre que va de junio a noviembre situándola en el 39,9% con un margen posible del 41,3%.
La tendencia da cuenta de un crecimiento sostenido desde hace cinco meses, cuando había tocado un piso del 35,1% para el semestre noviembre 2021-abril 2022 luego del pico de 42,9% que registró en el semestre abril 2020-septiembre 2020.
Ingresos vs inflación
Pero a la hora de buscar una explicación para el fenómeno creciente de la pobreza, además de la suba de los precios de los alimentos básicos por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC), es decir el incremento relativo de los gastos para las familias de menores ingresos con relación al conjunto de la población, resulta necesario analizar la evolución de los ingresos de esos sectores.
Allí surge que el salario mínimo vital y móvil que, con fuerte influencia del Estado, establece el Consejo del Salario y que para el mes de noviembre alcanzó los $ 57.900, creció apenas un 81,2% entre noviembre de 2021 y el mismo mes de este año, con lo que está 20 puntos porcentuales por debajo de la CBA. Eso implica un retroceso de su poder adquisitivo del 10% adicional a la pérdida que venía arrastrando de años anteriores.
Del salario mínimo depende, además, el valor del Potenciar Trabajo, cuyo monto está fijado en un 50% del valor del salario mínimo. En noviembre no alcanzó para solventar ni siquiera media canasta de indigencia.
La correlación entre el retroceso del poder adquisitivo del salario mínimo y la pobreza se refleja con claridad a la hora de compararlo con el piso de pobreza situado en el 25,3% de la población en el semestre de agosto 2017 a enero 2018, según el nowcast de la Di Tella.
En ese momento, según datos oficiales del Indec, el salario mínimo equivalía a 1,42 canastas de indigencia y 0,58 canastas de pobreza para una familia de dos adultos y dos menores. En la actualidad, esa relación se redujo hasta 0,90 para la CBA y a 0,39 para la CBT. Se trata de una caída del salario mínimo contra la CBA, en términos reales, superior al 30% en apenas cinco años.
El haber mínimo afecta en forma directa los ingresos de 1,3 millones de beneficiarios del Potenciar Trabajo. La pobreza, sin embargo, alcanza a casi 19 millones de personas. La desocupación del 7,1% en el tercer trimestre de este año muestra que se trata de un fenómeno que, a diferencia de la crisis de 2001-2002, involucra también a quienes gozan de un empleo o alguna actividad productiva.
Según datos del Indec, en ese intervalo que va desde el piso reciente de pobreza de mediados de 2017 y la actualidad, el salario promedio de los trabajadores no registrados retrocedió un 43% en términos reales con relación a la evolución de la CBA. Esa es la clave para entender el fenómeno aunque la pobreza también afecta a crecientes sectores del trabajo registrado.
El jueves se conoció el informe de distribución del ingreso del tercer trimestre de 2022. Una primera lectura arroja una mejora en la distribución con relación al mismo período del año anterior: el 10% más rico de la población pasó a percibir ingresos equivalentes a 17 veces los del 10% más pobre cuando un año antes esa relación era de 20 veces.
Sin embargo un análisis más fino de los números da cuenta de un empobrecimiento generalizado de la población. Es que, mientras la CBA entre septiembre de 2021 y el mismo mes de este año se incrementó un 89% y en el promedio de los tres meses que componen el trimestre lo hizo en un 80,4%, el ingreso per cápita promedio de la población entre ambos trimestres pasó de $ 31.035 hasta los $ 52.483, una suba de apenas el 69%.
Los ingresos de la población asalariada, según el mismo informe, crecieron sólo un 62%, muy por detrás de la evolución de la CBA y de la CBT que, en promedio, subió un 74%.
Esta Navidad estará signada por la felicidad y el orgullo del pueblo por el tricampeonato mundial. Una gran cantidad no podrá celebrarlo con una mesa provista como corresponde «
Tregua de la UTEP y acampe de la Unidad Piquetera
El bono de $ 13.500 en dos cuotas que anunció el Ministerio de Desarrollo Social no conformó a las organizaciones sociales y piqueteras. Ni las oficialistas agrupadas en la UTEP ni aquellas no alineadas con el gobierno que se agrupan en la Unidad Piquetera. Las organizaciones reclaman elevar el monto al doble y también coincidieron en rechazar el anuncio del gobierno de desacoplar la evolución del monto de los Potenciar Trabajo del salario mínimo vital y móvil.
La UTEP, a pesar de sus vínculos con el gobierno, había anunciado una serie de medidas que concluirían en una Navidad de los Pobres que rememoraba las protestas de los desocupados a fines de la década del noventa. Sin embargo, los festejos por el Mundial y una eventual reunión para mañana o el martes apaciguaron los ánimos y abrieron paso a una tregua con el gobierno que integran.
La Unidad Piquetera , por el contrario, realizó un nuevo acampe en la Avenida 9 de Julio y dará continuidad a su plan de lucha por esos y otros puntos que forman parte de su pliego de reivindicaciones.