El índice de desocupación en todo el país es de 9,7%. Así lo anunció el Indec al dar a conocer los datos que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) correspondiente al tercer trimestre de este año. La cifra significa un descenso con relación al trimestre anterior, en el que el desempleo había llegado al 10,6%.
Sin embargo, lejos de representar una mejora, el dato revela las dificultades que existen para insertarse y permanecer en el mercado laboral. Según el estudio, el índice no mejoró porque haya más gente trabajando sino porque descendió la población económicamente activa (las personas que tienen una ocupación o que no la tienen pero la están buscando). El fenómeno es llamado «efecto desaliento» por los especialistas. En otras palabras, unas 200 mil personas ya desistieron de su intento y por eso dejaron de ser consideradas como desocupadas, pero la tasa de empleo se mantuvo igual (42,6% de la población).
Un elemento inquietante que surge del informe es el crecimiento de los ocupados demandantes de empleo. En esa categoría, que muestra un alza sostenida en los últimos relevamientos (ya es el 18,6% de los ocupados), son incluidos quienes ya tienen empleo pero buscan otro de mejores características. Esa demanda, junto con la de los subocupados (los que trabajan menos de 35 horas por semana y quieren hacerlo por más tiempo) y los desocupados, agrega presión al mercado de trabajo.
El índice también muestra las dificultades en que se encuentran los diferentes grupos según sexo y edad. La desocupación es mayor entre las mujeres (10,8%) que en los hombres (8,9%). Pero sus efectos son todavía mayores cuando se trata de jóvenes de 14 a 29 años: en esa franja alcanza al 22,6% de las mujeres y al 17,9% de los varones.
Otro dato relevante, que da muestra de la profundidad de la crisis, es que la región con más dificultades de empleo es el área de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sus alrededores. En esa zona, el conglomerado urbano más densamente poblada de todo el país, la desocupación es de 11,1%, lo que implica que uno de cada nueve trabajadores no consigue lugar. Se trata de 816 mil personas, de las cuales 134 mil viven en CABA y otras 682 mil en los 24 partidos del conurbano.
Así presentado, el informe del Indec tiene correlación con datos de otros organismos oficiales que dan cuenta de la destrucción de empleos ocurrida en los últimos cuatro años, principalmente en el ámbito privado y en el sector industrial. Muchos de ellos fueron recogidos en los considerandos del decreto 34/19, uno de los primeros actos de gobierno del presidente Alberto Fernández, que declaró la emergencia pública en materia ocupacional por 180 días. La norma también dispuso la duplicación de la indemnización en los despidos sin justa causa que se produzcan en ese período.