El FMI vaticinó la semana pasada que la economía argentina cerrará este año con una caída del 1,3 por ciento. En abril, había asegurado que la caída sería del 1,2 por ciento.
Para el gobierno, el pronostico fue un balde de agua fría apenas compensado por el dato del crecimiento económico de mayo que se conoció un día después.
Es que el 2,6% de incremento de la actividad económica en el año que va de mayo de 2018 al mismo mes de 2019, se basó en un fuerte empuje de la actividad agropecuaria. El resto de los rubros arrojaron muy pocos cambios o bruscas caídas.
En el gobierno imaginan «una continuidad del crecimiento en los meses que siguen» sobre la base de la campaña agrícola, la actividad de la construcción y a que esperan que la dupla desaceleración de la inflación y cobro de las cuotas de las paritarias mejore el consumo masivo y, de paso, el humor social.
La consultora OJF y Asociados, que dirige Orlando Ferreres, tiene una visión parecida. Días atrás aseguró que la economía creció en junio un 1,3% contra el mismo mes de 2018 por el impacto de la actividad agropecuaria (que también influye en el transporte y el comercio), más la expansión del sector de minas y canteras. Respecto del resto del año, la consultora señaló que la campaña agrícola seguirá mostrando «cifras de variación interanual elevadas», al tiempo que «la mayoría de los sectores estarán mostrando cifras positivas, manteniendo la actividad en crecimiento aun cuando la participación del agro se reduzca».
Además, juega a favor una treta estadística: la comparación de los próximos meses se hará contra datos del año pasado que eran negativos.
Aunque advirtió: «Será necesario que los principales indicadores continúen mejorando, particularmente la desaceleración de la inflación, la recomposición salarial y la estabilidad del tipo de cambio».
En cambio, para el Instituto de Trabajo y Economía (ITE), de la Fundación Germán Abdala, la economía se contrajo un 1,2% en junio. «Se consolida la dinámica en forma de ‘L’ para 2019. Aun en caso de que se revierta la tendencia en el segundo semestre, la economía probablemente cerrará 2019 con una caída cercana al 3 por ciento.» «