Uno de los sindicatos ferroviarios resolvió paralizar todo el sistema ferroviario nacional de carga y de pasajeros desde las cero horas del martes y por un período de 24 horas. Sin embargo, luego de una reunión con el ministerio de Transporte, se levantó la medida, alrededor de las 10 de la mañana.
La medida resuelta por el sindicato que lidera Omar Maturano formalmente afectó solo a los conductores (maquinistas), pero alcanzó para interrumpir la totalidad del servicio, al igual que ocurriría para una medida adoptada por cualquiera de los varios sindicatos que intervienen en el sector.
La decisión fue comunicada el 21 de marzo pasado, en repudio a la decisión de la justicia de suspender el servicio ferroviario de Buenos Aires-Bahía Blanca, luego del descarrilamiento de una formación y para reclamar la investigación de “la compra fantasma” de pasajes, en beneficio de los pasajeros del autotransporte.
Desde el sindicato, denuncian que mientras los pasajes se agotan las unidades circulan semi vacías. Sugieren que las mismas compañías de ómnibus de larga distancia optan por adquirir los tickets y reorientar la demanda hacia sus servicios, cuyas tarifas cuadruplican las del servicio ferroviario de pasajeros.
En la misma línea, denuncian la connivencia del poder político con el sector privado, a partir de la decisión de diversos intendentes de impedir la detención de los trenes en sus localidades, excediendo además, el alcance de sus atribuciones. La denuncia del gremio apunta también contra «los gobernadores» que, denuncian, se apropian “de territorios ferroviarios, que son propiedad de la nación y de funcionarios y ministros, con terrenos ferroviarios para distintos fines y no para viviendas de trabajadores ferroviarios, quienes más del 60% se encuentran sin vivienda propia”.
El servicio ferroviario depende del gobierno nacional en general y del ministerio de Transporte en particular. La medida no pudo ser impedida a través de una conciliación obligatoria porque no se trata de un conflicto específicamente laboral ni está orientado contra las empresas ferroviarias, sino al poder político y la justicia.
La medida quedó sin efecto a partir de la reunión que, alrededor de las 10 de la mañana, mantuvieron dirigentes del sindicato con el titular de la cartera de Transporte, Alexis Guerrero.
Un mensaje velado
La acción de La Fraternidad se produce en momentos en los que el titular de la organización, Omar Maturano, junto con otros dirigentes de peso del transporte como Roberto Fernández de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y otros gremios marítimos y ferroviarios que orbitan alrededor de la figura de Luis Barrionuevo se preparan para la refundación, el próximo 5 de abril, de la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT), para disputar la representación de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Es que, en el último congreso de esa organización realizada en los primeros días de octubre de 2021, un acuerdo entre los sindicatos orientados por el moyanismo y el titular de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sasia, encumbró a éste último como secretario general, sin el acuerdo de gremios históricos de La Fraternidad y la UTA, cuyos dirigentes optaron por no integrar la lista de “unidad” y tomar un camino propio, a través del uso de la personería de la UGATT, inactiva hace casi una década.
La medida de fuerza de este martes resulta también una demostración del poder de fuego de este sector, en vistas del reconocimiento de su organización y como expresión también de la interna que atraviesa a todos los sectores del peronismo y del Frente de Todos.