A partir de la resolución 388/22 del Ministerio de Trabajo del 6 de abril, que habilitó el adelantamiento de las paritarias que no hubieran completado el período 2021, se cerraron casi dos decenas de acuerdos. De los 27 sectores que la resolución señalaba como potenciales beneficiarios, siete acordaron aunque también lo hicieron otros gremios.
De ese pelotón todavía falta sellar acuerdos en la construcción, gastronómicos, camioneros, alimentación y distintas ramas de sanidad cuyas negociaciones están en curso. A la hora de analizar esas paritarias resulta complejo establecer un patrón común.
Más allá del agotamiento de la pauta del 40%-45% con revisiones en septiembre a noviembre que primó en los acuerdos anteriores, y la casi total presencia de cláusulas de revisión, lo cierto es que hubo entendimientos por períodos trimestrales, semestrales y hasta anuales con incrementos en cuotas que, proyectados en forma anual, van desde el 48% hasta el 60 por ciento.
En este contexto, el Consejo Directivo de la CGT emitió un comunicado en el que asegura que «cada organización sindical –por rama de actividad– conoce mejor que nadie las necesidades de sus trabajadores y las posibilidades empresarias de su sector».
De esa forma, el texto elude la presentación de un pliego único de reclamos como, por ejemplo, una suma fija para todos los trabajadores bajo convenio, una modalidad común como podría ser la de los acuerdos trimestrales con un piso de incremento o, directamente, la indexación mensual de los salarios según el índice de inflación.
Para la conducción de la CGT, «las negociaciones a través de los Convenios Colectivos de Trabajo, sin condicionamientos y con la tutela del Ministerio de Trabajo (son) el mejor instrumento para la distribución del ingreso». Aseguran, además, que «con responsabilidad pero con firmeza», buscarán «recuperar el valor real de los salarios» para que «dinamicen el mercado interno y motoricen el sistema productivo».
Variedad de números
De conjunto, desde diciembre de 2016 a enero de este año, los salarios retrocedieron en términos reales un 17%, que se reduce a un 11% para los trabajadores bajo convenio. La escalada de precios del primer trimestre de este año, que acumuló un 16,1%, proyectada a todo el año implica una inflación superior al 80%. Ninguno de los acuerdos firmados se acerca a ese valor, aunque sí lo hacen al que adjudican las proyecciones que realizan las consultoras privadas que releva el BCRA en el REM que, según el último informe de marzo, pronosticaban una suba de precios para el año del 59,2 por ciento.
En ese rango se ubica la paritaria anual firmada el jueves por Comercio, que fijó una suba del 59,5% hasta marzo de 2023 con una revisión en enero. En esa tónica se ubica el acuerdo semestral de un 37% que selló el Sindicato del Seguro o el del 30% para cinco meses que firmaron los jaboneros. Por encima firmaron los estacioneros con un 48% para seis meses y los trabajadores del plástico, con el 40,9 por ciento.
Por detrás de ambos pelotones aparecen los acuerdos de los trabajadores del vestido, que firmaron por un 53% anual pero con el antecedente de un retroceso de unos ocho puntos en 2021. Lo mismo el Smata en su acuerdo trimestral hasta junio, por un 12,1% pero con el antecedente de una suba del orden del 60% durante 2021. Los gráficos acordaron por un 50% anual cuando, al igual que Comercio, apostaban a hacerlo en forma trimestral. Lo mismo el sector del papel y cartón, que firmó por un 51% por un año o los trabajadores del mosaico, que acordaron una suma equivalente al 51% para todo el año.
En todos los casos están pautadas instancias de revisión para analizar la justeza del acuerdo en función de la evolución de los precios, aunque para el caso de actores, el enganche con la inflación es automático. Es que habiendo acordado una suba del 48% para todo el año, la instancia de revisión se activará cuando el IPC acumule un 45% de incremento. Las cláusulas gatillo estuvieron presentes durante 2017 y fueron eliminadas en 2018.
Bancarios y Sutna, en conflicto
Los acuerdos que se firmaron en los últimos días no implicaron conflictos. Sin embargo, la presión salarial comienza a generar algunas medidas de fuerza en otras negociaciones. En el caso de La Bancaria, que lidera Sergio Palazzo, anunció un paro de 24 horas para el próximo jueves ante la negativa de las patronales de aceptar que el incremento salarial vaya en línea con las previsiones que el Banco Central difunde a través del REM y que orillan el 60 por ciento.
El sindicato del neumático Sutna, liderado por Alejandro Crespo, por su parte, comenzó con medidas esta semana que fueron neutralizadas por una conciliación obligatoria. Entre otros puntos, reclaman una garantía de suba del salario real del 5% como en la última paritaria.