Ya habían cerrado todas las ramas del sector pero no se llegaba a un acuerdo en la rama siderurgia que, del lado patronal, domina la multinacional argentina Techint. Sin embargo, y al filo de un conflicto, las partes acordaron una mejora que, a diferencia de la rama metalúrgica, sólo resultó por un trimestre que, en los hechos, ya culmina.
Así, según acordaron las partes en la sede de la cartera laboral se producirán tres aumentos acumulativos del 12,2% en junio, 12% en agosto y 12% en septiembre que implican una suba del 42,6% que oficiará de base de cálculo para los incrementos del último trimestre del año.
Además se fijó un bono o gratificación extraordinaria de $60 mil que se pagarán en dos cuotas de $50 mil esta semana y $10 mil la última semana del presente mes. Por último se llevará el salario mínimo del sector hasta los $300 mil en el mes de septiembre.
Las partes se reunirán nuevamente el 12 de octubre con el propósito de avanzar en un acuerdo que sirva para el último trimestre del año. Allí radica la principal diferencia con la rama metalúrgica que había plasmado un acuerdo de tres cuotas del 7% para octubre noviembre y diciembre en carácter provisorio que se ajustarán por IPC en cada uno de los meses.
Esa cláusula gatillo, en este contexto inflacionario, resulta la cobertura más eficaz contra la disparada de precios.