A partir del viernes comenzará a regir en la Argentina una nueva cotización del dólar. La iniciativa se formalizará el jueves en la reunión del directorio del Banco Central y apunta a canalizar por el mercado formal el ingreso de divisas por turistas extranjeros.
La iniciativa busca inducir a los visitantes provenientes del exterior a que utilicen sus tarjetas de crédito para sus consumos turísticos y, de esta forma, captar el ingreso de unos U$S220 millones adicionales promedio por mes. En rigor, el Ministerio de Turismo cree que la cifra podría llegar hasta los mil millones de dólares atento a la estacionalidad en el flujo de visitantes extranjeros.
El desdoblamiento cambiario que rige en el país a partir de las restricciones vigentes desde septiembre de 2019 a la vez que sirvió para impedir la salida de divisas encareciendo los consumos de los argentinos que viajan al exterior, paulatinamente se fue reflejando en el vuelco de los visitantes extranjeros al mercado informal muchas veces sin necesidad siquiera de recurrir a los “arbolitos” de la calle Florida o las denominadas «cuevas» financieras sino apenas a través de los lobbys de los hoteles en los que se alojan.
Con ese propósito el gobierno ya había habilitado, sin éxito, la creación de cajas de ahorro especiales para extranjeros mediante las cuales los visitantes podían acceder a pesos operando en el mercado del dólar MEP. Lo engorroso de la operatoria habilitada un año atrás, no se tradujo en ingresos por esa vía para el BCRA.
De hecho, según datos oficiales del BCRA, hasta el mes de septiembre apenas habían ingresado U$S 325 millones en los ítems de viajes y otros pagos con tarjetas y transporte de pasajeros del exterior mientras, por esa misma vía, habían salido U$S 5.680.
La cifra dista mucho de los ingresos de dólares por turistas extranjeros que se registraron en años donde no existían restricciones de esa naturaleza. Entre 2016 y 2019 habían ingresado al BCRA un total de U$S7.781 millones, un promedio de casi dos mil millones por año cuando el tipo de cambio resultaba incluso más desventajoso para la visita de los extranjeros.
Aquellos ingresos, sin embargo, no habían servido para evitar el fuerte déficit en la balanza turística que llegó hasta los 10,6 mil millones de dólares en 2017, 8 mil millones de dólares en 2018 y casi 6 mil millones de dólares en 2019.
La nueva modalidad regirá para los consumos que los visitantes realicen con tarjeta de crédito, débito o prepagas. La operatoria no exigiría trámite alguno para el turista ni el comercio. Simplemente la tarjeta convertirá ese gasto al tipo de cambio fijado para los turistas del exterior que será el equivalente al de la cotización del dólar MEP hoy en $291. Los turistas, luego, pagarán en dólares sus tarjetas y las tarjeteras serán las que vendan esos dólares a la Argentina a través del mercado financiero que luego pagarán en pesos a los comercios según la tarifa cobrada.
Desde le minisiterio de Economía, asegura la agencia Télam, esperan una reducción de la brecha cambiaria a partir del ingreso de divisas al sistema formal. Sin embargo, una de las principales fuente de divisas en el mercado paralelo en la actualidad la representan los turistas extranjeros. Su inducción por el mercado informal podría empujar esa cotización hacia arriba. Por otro lado, al igual que ocurrió con el dólar soja, el BCRA comprará dólares a $290 para luego venderlos a los importadores a una cotización de $160. El diferencial podrá cubrirlo con mayores emisiones.