El Consejo del Salario Mínimo definió ayer elevar el haber en un 45% en cuatro cuotas hasta diciembre de este año. En ese momento alcanzará los $47.850. Sin embargo, para los técnicos del INDEC una familia necesitó en febrero $136.104 para afrontar los gastos mínimos para poder vivir. Es casi el triple de ese valor y más de cuatro veces con relación a los $33 mil en los que estaba fijado el haber mínimo en febrero último.

A la vez, según difundió hoy el propio INDEC, la Canasta Básica Total que mide el umbral de la pobreza alcanzó los $83.807 con un incremento del 6,6% en apenas un mes. Así el haber equivale a apenas un 39% de lo que necesita una familia integrada por dos adultos y dos menores para eludir una situación de pobreza. Dicho de otra forma, una familia tipo con dos salarios mínimos y dos asignaciones familiares percibió apenas $76.200 que no le alcanzaron para superar la línea de pobreza cuya canasta, además, no incluye el valor del alquiler de una vivienda.

La línea de indigencia, por su parte, se ubicó en los $37.414 un 13% más que el valor del monto del salario mínimo vital y móvil y escaló un 9% en apenas un mes como resultado del incremento extraordinario en el precio de los alimentos que son los que integran la canasta que la mide.

Referencia

El valor que definieron los técnicos y trabajadores del INDEC como «canasta mínima» surge de lo que se conocía como canasta familiar y dejó de elaborarse oficialmente hace muchos años. Su composición excede los bienes y servicios elementales que integran la Canasta Básica Total e incluye otros consumos propios de una familia trabajadora como el esparcimiento y la vivienda que son considerados derechos elementales.

A pesar de no tratarse de una medición oficial del organismo, la “canasta de ingresos mínimos” de $136.104 que difunde la Junta Interna de Ate INDEC, mantiene los mismos criterios metodológicos e incluso las mismas fuentes que las oficiales. Además es realizado por los mismos técnicos y profesionales que elaboran otras estadísticas como las de inflación, pobreza y salarios.

De hecho, en su anexo metodológico, señalan que, “el ejercicio aquí presentado utiliza los desarrollos metodológicos sobre canastas del INDEC previas a la intervención del organismo, las Encuestas de Gasto de los Hogares, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y las Paridades de Poder de Compra del Consumidor (PPCC) realizados también con anterioridad a dicha intervención”. Del mismo modo, “la estructura de la Canasta relevada en el 2008 por la Dirección de Estadística de la Ciudad y la metodología de actualización de la composición de la canasta utilizada y probada por ese equipo técnico, que replicó y desarrolló los avances que en INDEC se habían iniciado” y “los datos del IPC actual en cuyo proceso trabajan nuestros compañeros del área, y las metodologías de determinación de la Pobreza e Indigencia aplicadas hasta la irrupción de la intervención en el INDEC y que volvieron a ser utilizadas”.

Para los técnicos del INDEC el estudio “tiene que ser una referencia para que los paritarios de nuestro gremio, como el de otros que lo quieran tomar”. En esa línea señalaron que el Nivel D Grado 0 del SINEP, que consideran su cargo “testigo”, perdió  desde diciembre del 2015 un poder adquisitivo del 36,7%.

Al mismo tiempo destacaron que, desde febrero de 2017, la “canasta de ingresos mínimos” se incrementó un 517,14% mientras que, durante estos cinco años, esa categoría del convenio lo hizo apenas un 311,52% y el salario mínimo un 309,43%.