A la espera del dato oficial que este jueves el INDEC dará sobre Índice de Precios al Consumidor (IPC), ya se difundieron algunas estimaciones de consultoras privadas que lo fijaron en alrededor del 3,5% y, este lunes, se presentó el estudio que realiza el Instituto Estadístico de los Trabajadores de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), que elabora el índice con técnicos de la CGT y la CTA, y que estimó que los precios en el último mes se elevaron un 4% y que alcanzaron un 51,6% en su medición interanual. Se trata del salto más importante registrado desde el año 1991 tal como destacó Nicolás Trotta rector de la UMET, en la presentación de los datos.
La UMET forma parte del Grupo Octubre liderado Víctor Santamaría quien, a su vez, es secretario de estadística de la CGT y acompañó al rector de la entidad Nicolás Trotta en la presentación de los datos de la que participaron también Héctor Daer (co-titular de la CGT) y Hugo Yasky, líder de la CTA de los Trabajadores, junto con una veintena de secretarios generales de diversos sindicatos.
El impacto de la suba de los precios no es el mismo para toda la población. El estudio del IET aporta un análisis del deterioro que produce la inflación en los ingresos de los distintos estratos de la población según sus diferentes canastas de consumo.
Lógicamente, en la medida en que la suba de precios fue más intensa en rubros como los servicios públicos y los alimentos, fueron los sectores con más bajos ingresos los que padecieron en mayor cuantía la carestía. Para el 10% con ingresos más bajos la inflación fue del 54,5% mientras que el 10% que se encuentra en la cúspide de la pirámide sufrió una inflación del 48,8%. Desde noviembre de 2015 el sector con peores ingresos tuvo que afrontar una suba de precios de los bienes y servicios que consume de un 217,7%, mientras que los sectores con ingresos más altos sufrieron una inflación del 168,2%.
El estudio, además, determinó que, en promedio, los asalariados formales perdieron en un año un 11,5% de poder adquisitivo y que desde 2015 acumulan una pérdida del 15,2% en sus ingresos reales.
Por último, para la UMET, los jubilados sufrieron una suba de precios mensual del 4,6% en febrero y del 53,5% anual en sus productos básicos de consumo.