La CGT y la CTA se sentaron en la última reunión del Consejo Económico y Social, del jueves pasado, con una idea en la cabeza: que allí se discuta el plan plurianual que el gobierno piensa presentar al Congreso en el marco de la discusión de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario.
Se trata de una movida que busca darle más respaldo a la iniciativa oficial, lanzada por el presidente Alberto Fernández el miércoles pasado, en el acto en Plaza de Mayo organizado por la CGT.
De la reunión, que encabezó el secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación, Gustavo Béliz, participaron por la CGT Gerardo Martínez, Antonio Caló y Ricardo Pignanelli, además de Esteban Castro por la UTEP. También fue parte del encuentro el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky.
Allí se presentó una hoja de ruta con los debates que se desarrollarán aunque uno de los dirigentes sindicales que estuvo en el lugar confió que “se planteó un cronograma del Consejo Económico y Social para ponerlo a punto como para que, en algunas semanas, las propuestas que se le presenten al FMI se pueda discutir ahí”.
Andrés Rodríguez, secretario adjunto de la CGT y líder de la Unión Personal Civil de la Nación contó a Tiempo que «se resaltó la idea de que el Plan Económico Plurianual pase por el Consejo Económico y Social y que allí se consideren las condiciones del acuerdo con el FMI para que haya información de las variables económicas. Es correcto, se puede enriquecer con la participación de todos los sectores».
En tanto, Yasky señaló a Tiempo que «el rumbo de la economía y las políticas sociales para la recuperación del ingreso, la generación de empleo, la reactivación productiva y la política de promoción para las pymes tienen que tener el mayor consenso posible. Así como la oposición puede expresar sus aportes en el Congreso y a través de los gobernadores, es fundamental que en todos los ámbitos donde se pueda generar consenso se haga, como en el Consejo Económico y Social. En la construcción de ese consenso tiene jugar un papel fundamental el movimiento obrero».
Historia de retrocesos
La historia de la Argentina muestra que los «pactos sociales» de naturaleza tripartita han sido, en general, un ámbito de contención de los reclamos salariales y han derivado en retrocesos del salario real. En el marco del acuerdo con el FMI y la austeridad fiscal que promueve, existe el riesgo de que el Consejo sea una instancia de un nuevo retroceso o, al menos, de una consolidación de la pérdida del poder adquisitivo del salario que, según datos de los delegados del sindicato ATE en el Indec, acumula a octubre de este año una caída del 34% desde noviembre de 2015 para el caso de los empleados públicos del convenio SINEP.
Para Rodríguez, sin embargo, «una cuestión son los acuerdos que pueden gestarse con las realidades convencionales que dependen de cada actividad. Cada uno sabe hasta dónde puede ceder y a cambio de qué. No se puede uniformizar todo el aparato productivo. El aspecto más macro se puede discutir en una mesa con el gobierno, los sectores productivos y la CGT». Para Rodríguez, «el gobierno está comprometido a superar la inflación este año. Tenemos revisiones permanentes y estamos en ese camino».
Yasky observó que «hay que intentar que un acuerdo con el FMI implique una mejora de los salarios, no es fácil. Si se aplicara la fórmula de los cinco minutos de Macri, seguramente lo que acarrearía el acuerdo sería ajuste presupuestario y salarial. Hay que intentar otro camino, el de la reactivación productiva porque, como decía Néstor, ‘los muertos no pagan’. Hay que intentar el camino que no le gusta a los ortodoxos y hacer que los sectores que concentran la riqueza sean los que hagan los mayores esfuerzos y dejar que los salarios, los desocupados y los que están debajo de la línea de flotación puedan sacar la cabeza de abajo del agua».
Para Rodríguez, «no tiene por qué haber un extremo ni otro. Tiene que haber una negociación bien entablada de parte de la Argentina con una estructura de poder político sólida. A partir de ahí se puede negociar una recomposición de la deuda sin menoscabar la realidad social de la Argentina. No se puede seguir ajustando brutalmente y que esto termine en cualquier cosa. Estamos predispuestos a una negociación sin que esto implique un deterioro de nuestras condiciones de vida».
Subsidios, empleo y el plan
El Consejo Económico y Social convocó a la presentación de proyectos para el plan Producir Trabajo. Se trata de una curiosa iniciativa que premia con hasta un millón de pesos a las cinco mejores propuestas que, originadas en «actores del mundo de la producción y el trabajo, universidades y gobiernos locales», según los términos de la convocatoria, «puedan contribuir a la transformación progresiva de los planes asistenciales en empleo».
En tanto, el Ministerio de Trabajo presentó la reglamentación del Programa de Inserción Laboral para que beneficiarios de Planes Potenciar Trabajo se inserten en el sector de la Construcción. Se trata de un subsidio potencial de unos $ 15 mil millones mensuales a las patronales para generar empleo bajo convenio. Este esquema de subsidios podría ser el corazón del capítulo de empleo que el gobierno inserte en el plan plurianual.