El Fondo Monetario Internacional exhortó a Argentina a mantener el programa de reformas económicas plasmado en el acuerdo stand by y a lograr el déficit cero en 2019. Lo hizo en el marco del informe sobre Perspectivas de la Economía Mundial, que dio a conocer en vísperas de la Reunión de Primavera del organismo, que tendrá lugar esta semana en Washington.
En sus proyecciones, el Fondo estimó que la caída del PBI argentino de este año será de 1,2%, cuatro décimas porcentuales menos de lo que había calculado en su informe del semestre pasado. En cambio, elevó su previsión de la inflación a 30,5%. Esos números ya habían sido consignados en el reporte técnico sobre la economía local divulgado el viernes, al aprobarse la liberación de otro tramo del préstamo acordado. Para 2020 la perspectiva es positiva: el PBI subiría 2,2% y la inflación se moderaría a 21,2%.
De todas maneras, el informe advierte sobre la posibilidad de nuevos episodios de tensión cambiaria. “Los riesgos a la baja para la economía siguen siendo importantes y, de materializarse, podrían desviar las preferencias de los inversionistas en detrimento de los activos en pesos y generar presiones sobre la moneda y la cuenta de capital”, precisa. A continuación, el texto considera “esencial alcanzar las metas de saldo fiscal primario igual a cero en 2019 y 1% del PIB en 2020 para reducir las necesidades de financiamiento y evitar que retornen las presiones de liquidez”. También pide “la reanudación del programa de reformas estructurales (que) ayudará a mejorar las perspectivas de crecimiento a mediano plazo”.
A nivel global, el trabajo pinta un panorama internacional tenso marcado por la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, suba de tasas de interés y una leve baja en los precios del petróleo y los productos agrícolas. Por eso el crecimiento económico mundial de este año sería de 3,3%, algo menos de lo proyectado inicialmente. Para 2020, sin embargo, habría un leve repunte y el producto mundial subiría otro 3,6%.