El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicó este jueves la actualización de las canastas que se utilizan para medir la pobreza y la indigencia. La Canasta Básica Alimentaria (CBA – Indigencia) subió en enero un 4,2 por ciento, mientras que la Canasta Básica Total (CBT – pobreza) aumentó un 3,3%.
De esta forma, una persona adulta necesita $ 11.111 para no ser indigente y $ 25.445 para no ser pobre. En términos de hogares, una familia compuesta por dos adultos y dos menores necesita $ 33.334 para no caer en la indigencia y $ 78.625 para no ser pobre.
En paralelo, el Salario Mínimo Vital y Móvil se ubica por estos días en $ 31.938. Si asumimos que en esa familia ambos adultos perciben un Salario Mínimo, generan ingresos por $ 63.876, lo cual alcanza para cubrir 1,8 canastas de indigencia y apenas 0,8 canastas de pobreza.
Si esa misma familia cobra una Asignación Universal por Hijo por cada uno de los dos menores, los ingresos llegan a $ 72.960. Ni siquiera con la ayuda de la AUH esa familia puede alcanzar el umbral de la pobreza. La balanza recién se nivela si sumamos los $ 9 mil que cobraría esa familia en concepto de Tarjeta Alimentar, con los cuales sus ingresos ascenderían a casi $ 82 mil y quedarían apenas por encima de la Canasta Básica Total.
Todo esto, siempre y cuando se asuma que esa familia es propietaria del hogar en el que vive. Caso contrario, habría que sumar el costo de un alquiler, que por estos días oscila entre 30 y 40 mil pesos, en las zonas más accesibles.