La industria utilizó sólo el 64,5% de su capacidad instalada durante el mes de abril, según calculó el Indec. La cifra marca un descenso de algo más de un punto sobre el nivel del mes anterior (en marzo había trabajado al 65,7%) y de algunas décimas con relación a la misma época del año pasado (64,8% en abril de 2017).

El indicador mide la proporción utilizada de la capacidad productiva del sector industrial, a partir de un relevamiento realizado entre casi 700 empresas manufactureras. Para eso se utilizan criterios como el aprovechamiento potencial de las plantas productivas según el máximo de turnos posibles y las paradas obligadas por mantenimiento técnico. De esa manera, indirectamente, se puede deducir si una economía está bien abastecida por los fabricantes de bienes o si, por el contrario, la demanda agregada es menor de lo esperable.

En el desagregado del informe que el organismo publicó este miércoles se destaca un mayor uso en las plantas de las industrias metálicas básicas, que treparon al 73,6% de utilización en abril: el Indec lo atribuye a una mayor demanda externa de los tubos de acero sin costura. El texto también advierte signos de recuperación en la elaboración de hierro redondo para hormigón, impulsado por la mayor actividad en el sector de la construcción, y en la fabricación de bienes para la actividad agrícola, estimulado por una recuperación en la demanda de tractores, cosechadoras, sembradoras y otros implementos relativos al sector.

En cambio, continúa el desplome en actividades relacionadas al consumo masivo y cuyos bienes afrontan competencia extranjera. En productos alimenticios y bebidas, por ejemplo, la industria utilizó el 64,3% de su capacidad; en textiles, sólo 54,9%; en edición e impresión, 56%. La importación también jaquea a las automotrices: las fábricas del sector trabajaron al 46,5% de sus posibilidades.