Aunque ya suene a lugar común o, como se diría en los barrios, a figurita repetida, la extraordinaria desproporción de los ingresos entre las minorías ricas y las hordas de pobres vuelve a ser noticia. Esta vez a partir de un informe que la organización británica Oxfam difundió hoy, justo un día antes del comienzo del Foro Económico Mundial en la ciudad de Davos, Suiza. El mismo indica que la brecha entre ricos y pobres nunca ha sido tan grande como en la actualidad y que esta creciente desigualdad se expresa de manera gráfica en el hecho de que apenas ocho hombres concentran la misma riqueza que 3.500 millones de personas en el mundo.
Claro que no se está hablando de ocho hombres cualquiera, sino que se trata de Bill Gates, de Microsoft; Amancio Ortega, de Inditex; Warren Buffett, mayor accionista de Berkshire Hathaway; Carlos Slim, propietario del Grupo Carso; Jeff Bezos, de Amazon; Mark Zuckerberg, de Facebook; Larry Ellison, de Oracle; y Michael Bloomberg, de la agencia de información económica y financiera Bloomberg. Ellos son quienes ocupan los lugares de privilegio en la versión 2016 de la tradicional lista de los hombres más ricos del mundo, que cada año confecciona la revista Forbes.
Bajo el título de «Una economía para el 99%», el informe de Oxfam mostró que según los nuevos datos disponibles, sobre todo los correspondientes a las economías de China y de la India, «la brecha entre ricos y pobres es mucho mayor de lo que se temía». La conclusión busca afectar (o al menos influenciar) a las decenas de jefes de Estado y de gobierno, ministros y empresarios de todo el mundo que se reunirán a partir de mañana en Davos, para discutir sobre la situación económica actual del mundo.
Según el análisis de Oxfam, si bien se ha registrado crecimiento económico en el mundo en estos últimos años, éste ha sido extremadamente desigual. Los ingresos del 10% más pobre de la población mundial aumentaron en menos de 3 dólares por año entre 1988 y 2011, mientras que los ingresos del 10% más rico se multiplicaron 182 veces en ese período. Mientras que en el año 2015 el 1% más rico tenía más acceso a la salud que el resto del planeta, actualmente estos ocho hombres tienen la misma cantidad de riqueza que la mitad más pobre del mundo, agregó la organización en el informe. «La creciente desigualdad amenaza con dividir nuestras sociedades. Hace aumentar la criminalidad y la inseguridad, al tiempo que mina la lucha para poner fin a la pobreza. Deja a más gente viviendo con miedo y menos con esperanza», alertó ONG que tiene su sede en Gran Bretaña.
En este marco, Oxfam denunció que en un esfuerzo por lograr mayor rendimiento para sus accionistas y sus gestores, las corporaciones fueron impulsadas a exprimir a sus trabajadores y productores, evadir impuestos e influir en las políticas a través del amiguismo. «Necesitamos construir juntos un nuevo consenso para diseñar un modelo económico que beneficie a todas las personas, y no sólo a una élite selecta», concluyó el informe. Mañana comienza el Foro Económico Mundial en Davos, la cita que reúne a ese 1% más rico del que habla Oxfam con los líderes de las potencias y países emergentes, y la ONG quiere influenciar en el debate.
En la Argentina las cosas no se ven muy distintas. Según publicó Tiempo Argentino hace un par de semanas, para la última versión de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que lleva adelante el INDEC y registra datos del tercer trimestre de 2016, la mitad de la población con ingresos percibe menos de $8 mil al mes, un número que es inferior al Salario Mínimo Vital y Móvil que en la última negociación colectiva se fijo en los $8.060.
En sintonía con un dato tan revelador, la misma encuesta informó que la brecha entre el 10% más rico y el 10% más pobre en la Argentina alcanzó en el mismo período el récord del 2.456%, profundizando la tendencia respecto al trimestre anterior (2.216%). Así, mientras el 10% de la población más favorecida representó un 31,5% del ingreso total en el tercer trimestre (y el decil siguiente se quedó con el 16,6%, consolidando un total del 48,4% de los ingresos) el 10% más pobre obtuvo apenas el 1,2% del total.