Una nueva oleada de aumentos en los precios de alimentos y artículos básicos de la canasta familiar está en marcha. Fuentes vinculadas a supermercados y centros mayoristas coincidieron en informar a Tiempo que están recibiendo listas de sus proveedores con aumentos cercanos al 10%. Algunos de ellos tienen vigencia inmediata y otros a partir del mes que viene.
Los incrementos se producen en artículos tales como aceite, harina, galletitas, té, café, azúcar y yerbas, entre otros. Todos ellos son de consumo masivo, por lo que impactarán directamente en el ya disminuido poder de compra de la población. Los que todavía no fueron trasladados al público, se verán reflejados en las góndolas en los próximos días.
Una de las grandes cadenas del supermercadismo informó que en la última semana recibió aumentos del 9% promedio, fundamentalmente en productos alimenticios y en artículos de higiene personal.
De la misma manera, desde una cadena mayorista hicieron a este diario una reseña de las modificaciones, consignando rubro y proveedor. En mayo, dijeron, Nestlé aplicó un 10% a su línea de cafés y al puré instantáneo, mientras que su leche en polvo subió un 13% y el cacao, un 19%. También hubo alzas promedio de 5% para los productos de Molinos, empresa líder con gran variedad de productos alimenticios, y de 3% para Molinos Cañuelas. En tanto, Las Marías (productor de yerbas, té y mate cocido, entre otros productos) subió un promedio del 9%. En sal y azúcar hubo variaciones promedio del 12% y 8%, respectivamente.
Para junio, según la misma fuente, ya se recibieron notificaciones de aumentos de Aceitera General Deheza (5% en aceites y mayonesas), Rosamonte (té y yerba, 12% promedio), bodegas Chandon (10% promedio) y Peñaflor (7%). Pepsico también se sumará con un 10% en snacks, 16% en galletitas, 11% en la avena y 20% en el cacao.
Poder concentrado
En Argentina, un grupo de alrededor de 30 empresas domina el mercado de consumo masivo y tiene el poder de fijar precios que impactan de lleno en el poder adquisitivo del salario.
La corrección de esta semana es percibida con ambigüedad. Desde una de las empresas que suministraron la información consignaron que los proveedores suelen hacer una corrección entre abril y mayo, vinculada a las paritarias y al alza salarial de su personal, y que en octubre normalmente se espera una nueva modificación. Pero en esta oportunidad «algunos ya habían hecho la remarcación en abril y ahora mandaron las listas con un agregado. El aumento de esta semana coincide en parte con la época, pero no todos pueden justificar lo que mandaron», señalaron.
La vinculación de estas remarcaciones con la devaluación, en cambio, deja tela para el análisis. El dólar subió un 2,2% en abril y un 1,5% en lo que va de mayo, cifras muy inferiores a las subas anunciadas como para ampararse en ese argumento. Sin embargo, en meses anteriores muchos fabricantes debieron sacrificar su margen de rentabilidad por la falta de demanda del público. Esa inflación reprimida que se estaría liberando ahora se manifiesta con claridad en los datos del Indec: mientras los precios mayoristas aumentaron un 72,6% en los últimos 12 meses, los minoristas lo hicieron un 55,8%. Esa diferencia de casi 17 puntos es la que los productores de alimentos estarían intentando recuperar.
Precios descuidados
Los canales comerciales además señalan que los proveedores empezaron a incumplir el compromiso que asumieron con la lista de precios esenciales pactada con el gobierno. En el sector de las grandes cadenas, esta semana acusaron los primeros faltantes de productos de grandes marcas suscriptas al entendimiento.
El faltante se produjo aun cuando los precios esenciales tienen valores más altos que muchos otros productos de la canasta que no forman parte de la nómina. Las empresas comercializadoras creen que los aumentos de los precios que están por fuera terminarán favoreciendo al programa que lanzó el gobierno hacia fin de año. «