Uno de los economistas más renombrados a nivel internacional volvió a plantear sus dudas sobre la sostenibilidad del esquema cambiario del gobierno de Javier Milei y pronosticó que si la situación global se complica “no hay dinero del FMI que pueda proteger a Argentina de una devaluación”.
El autor del vaticinio es Robin Brooks, un economista que pasó por el Fondo Monetario Internacional, Goldman Sachs, el Instituto de Finanzas Internacionales y ahora es analista del Instituto Brookings, una ONG de investigación económica con sede en Washington. Las columnas de opinión que suele publicar en el New York Times y otras publicaciones internacionales son seguidas con atención en el mundo de las finanzas.
Según Brooks, el mantenimiento de la “pax cambiaria” de los últimos tiempos podría llegar a su fin si Donald Trump, electo presidente de los Estados Unidos, cumple sus promesas de embarcarse en una guerra de aranceles con China para reducir la llegada de productos asiáticos a su país.
“Si la administración entrante de Estados Unidos impone fuertes aranceles a China, se desatará una ola de devaluaciones en todos los mercados emergentes”, sostiene el economista, alertando sobre la reacción defensiva de muchos países para evitar que el gigante asiático les envíe el excedente de su producción.
“Lamentablemente, no hay dinero del FMI que pueda proteger a Argentina de una devaluación si esto sucede. El peso está muy sobrevaluado de todos modos y necesita caer”, opinó Brooks.
La observación está dirigida a uno de los puntos clave de la política oficial: el ancla cambiaria. Desde la megadevaluación de diciembre, el dólar apenas subió un 25%, con una estricta pauta de dos por ciento mensual, mientras el nivel de precios, en líneas generales, se duplicó. Eso hizo que el cambio de precios relativos que implicó el fuerte ajuste inicial dispuesto por el ministro de Economía, Luis Caputo, ya se haya perdido.
Las advertencias de Brooks sobre la cuestión vienen desde hace tiempo. En octubre había alertado sobre la caída de la demanda interna y señaló que “la recesión podría ser menos severa si dejaran flotar al peso”.
En una serie de tuits publicados en los últimos días, el economista comparó la situación local con la de Brasil, que permitió una devaluación que llevó al dólar estadounidense por encima de los seis reales. “Hoy en día está de moda criticar a Brasil, pero hay buenas noticias genuinas en materia de exportaciones. Los volúmenes de exportación han aumentado enormemente desde la gran depreciación provocada por el Covid en 2020, de la que el real aún no se ha recuperado. Un real enormemente infravalorado está haciendo lo que debería: impulsar las exportaciones”, sostuvo Brooks.
La paridad peso-dólar ya es un tema de discusión en otros ámbitos internacionales. Tiempo reflejó hace algunos días un informe basado en datos del BIS (Bank for International Settlements), que sostiene que la moneda argentina es la que más se revalorizó en todo el mundo en el transcurso de 2024. También hay informes del Banco Central que muestra que el tipo de cambio real multilateral (una medición que tiene en cuenta la paridad de los países con los que Argentina tiene mayor relación comercial) ya descendió a niveles inusualmente bajos.
Sin embargo, en el Palacio de Hacienda no toman muy en cuenta las opiniones de Brooks. En ocasión de una de sus últimas observaciones, el propio Caputo publicó una respuesta en las redes sociales minimizando su valor. “Si fuera un gurú, trabajaría en Wall Street y manejando activos, no en el IIF dando opiniones”, sostuvo.