Metrovías distribuye ganancias entre sus accionistas al mismo tiempo que recibe una masa de subsidios estatales que le permite obtener ganancias. Esto, que puede ser un juego de palabras, es, en realidad, una demostración del rol que cumple la empresa en la gestión del subte.

Según la publicación especializada enelsubte.com, Metrovías repartió ganancias entre sus accionistas en 2016 y 2017 al mismo tiempo que era fuertemente subsidiada por el Estado porteño.

Respecto del ejercicio 2015, Metrovías recibió 1660 millones de pesos en concepto de subsidios para cubrir gastos operativos del Subte. Luego de concluido ese ejercicio, en mayo de 2016, la empresa distribuyó 23,6 millones de pesos en concepto de dividendos, lo que representaba entonces un valor de $1,72 por cada acción de valor nominal $1.

Durante el ejercicio 2016, la empresa del Grupo Roggio recibió fondos del Estado porteño por 2670 millones de pesos. Al final de ese ejercicio, en mayo de 2017, distribuyó dividendos por 22,9 millones pesos.

Para 2017, el Presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires había previsto que Metrovías recibiera unos 2550 millones de pesos en concepto de subsidios. El resultado final del ejercicio se conocerá el mes próximo.

La firma recibe otros subsidios. El Estado nacional le otorga un beneficio por la operación de la línea Urquiza, aunque el plazo de la concesión venció en diciembre último y el gobierno resolvió la continuidad de la operación del Grupo Roggio por 18 meses más mientras se resuelve la reprivatización del servicio, licitación a la que podría presentarse la misma Metrovías.

A la luz de estos números, la gestión privada del Subte muestra un ángulo de los más llamativo: Metrovías distribuye ganancias sobre la base de subsidios que recibe del Estado.

En ese sentido, para el Observatorio del Derecho de la Ciudad, en 20 años de concesión «Metrovías no ha invertido fondo alguno en obras de infraestructura y solamente se ha dedicado a mantener operativo el servicio de los trenes». Es decir, el incremento de los subsidios no fueron a mejorar el servicio sino a equilibrar las cuentas de Metrovías. Y distribuir dividendos.

“Hay que terminar con las ganancias millonarias de los empresarios a través de los subsidios», advirtió el legislador Gabriel Solano, del PO-FIT, quien junto con su colega Myriam Bregman se pronunciaron en favor de la estatización del Subte y una gestión en manos de sus trabajadores y usuarios.