Las cotizaciones no oficiales del dólar profundizaron su caída este martes, en un giro que sorprendió a muchos analistas. A ello se sumó que ante la falta de demanda, el Banco Central compró divisas por segunda jornada consecutiva, a contramano de lo que había sucedido antes de las elecciones.

El dólar blue, que se consigue en el mercado informal, se derrumbó 9% y terminó a $ 67, mientras que el contado con liquidación, también llamado CCL (el que surge de la compra en pesos de bonos duales y su posterior venta en dólares), bajó 7% y terminó en $ 75,70. Las cotizaciones oficiales tuvieron leves bajas: el tipo mayorista cerró a $ 59,47 y el promedio de bancos y financieras fue de $ 63,42.

Agentes de la City señalaron que el volumen de negocios fue muy bajo: en el mercado oficial apenas hubo operaciones por U$S 243 millones, un tercio del valor habitual. “La divisa norteamericana operó con tendencia débil y sostenida por las compras de los bancos oficiales”, describió Gustavo Quintana, analista de PR Cambios. Las limitaciones dispuestas para la compra de moneda extranjera hicieron desaparecer la demanda y los bancos oficiales aprovecharon para recomponer sus posiciones luego de la sangría de las últimas semanas. El que hizo punta en esa tendencia fue el Banco Central, que aprovechó para comprar U$S 100 millones, que se suman a los U$S 60 millones que había adquirido el lunes.

Lo más sorprendente fue la baja en los mercados paralelos. La lógica indicaba que allí se volcarían quienes ya no podrían comprar en el mercado oficial. Sin embargo, lejos de crecer, la brecha entre el dólar CCL y el mayorista cedió a 27%. La explicación de la mayoría de los analistas fue que la dolarización de la semana previa a las elecciones (cuando se daba por descontado que se iba a bajar el límite a la compra de divisas) fue tan grande que muchos se quedaron sin liquidez y tuvieron que vender los billetes que habían adquirido. Para eso aprovecharon la suba que había tenido el blue entre el viernes y el lunes, en una virtual toma de ganancias.

Las dos jornadas de baja del dólar, sumadas al desayuno de trabajo para coordinar la transición presidencial que compartieron los mandatarios electo y en ejercicio, Alberto Fernández y Mauricio Macri, provocaron cierta distensión. Con todo, nadie asegura que esta sea la tendencia. Por el contrario, así como el efecto fin de mes aumenta la demanda de pesos, a partir del viernes puede ocurrir lo contrario. Una prueba de esa incertidumbre es que las acciones no terminan de encontrar su rumbo: la Bolsa porteña bajó otro 2% y el riesgo país, si bien se redujo levemente, sigue en elevados 2.262 puntos.