La segunda funcionaria en la escala de mando del Fondo Monetario (FMI), Gita Gopinath, recibió en la sede del organismo en la tarde (de Buenos Aires) de este miércoles al ministro de Economía, Sergio Massa. Este encuentro precedió al que mantuvieron un par de horas después el presidente Alberto Fernández con su par de Estados Unidos, Joe Biden.

En un texto publicado en la red social Twitter, Gopinath aseguró que se trató de una “buena reunión”. La economista de la India, que reemplaza en estas tareas a la directora gerente Kristalina Georgieva, quien se encuentra en China, dijo que con Massa “discutió la cuarta revisión del programa, el severo impacto de la sequía y la importancia de las acciones para aumentar las reservas y continuar con la movilización sustentable del financiamiento doméstico”.

En la misma red social, Massa coincidió con Gopinath en lo de una “buena reunión” y agregó que “analizamos el impacto de la sequía en el país y se valoró el despeje de vencimientos de la curva en pesos”. El ministro agregó que “Ambos compartimos la decisión del gobierno de continuar avanzando con medidas que fomenten el incremento de exportaciones con el objetivo de fortalecer las reservas”.

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Más allá de las diferencias sutiles de lenguaje, la reunión buscaba “sensibilizar” a los máximos ejecutivos del FMI de cara a la aprobación de la cuarta revisión del acuerdo que ata a la Argentina con el FMI, que se llevará a cabo el próximo viernes, ya con Georgieva en su sillón del noveno piso del edificio del Fondo.

En el gobierno, el FMI y los mercados se da por descontada la aprobación de los números de la economía correspondientes al período de octubre-diciembre. La incertidumbre está en qué resolverá el Directorio del Fondo a futuro.

El FMI viene caracterizando que la sequía provocará un “impacto severo”, así lo dijo en el comunicado del 13 de marzo y ahora lo repitió Gopinath. La sequía afecta la actividad económica, la recaudación impositiva y las exportaciones, por lo tanto impacta en el ingreso de dólares a las arcas del Banco Central.

Qué quiere Massa del FMI

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A partir de esta realidad, Massa aboga por una flexibilización del acuerdo con el FMI en varios aspectos:

-Que el Directorio apruebe, junto con la revisión del cuarto trimestre, una reducción de las metas de reservas que debe acumular el Banco Central este año. Si bien el staff técnico del organismo ya dio su visto bueno a este pedido, queda la duda sobre la forma de implementación ya que una menor exigencia en la primera mitad para luego “recuperar” podría ser inviable.}

-También que dé su ok a la extensión de una línea especial de crédito, la RFI (Instrumento de Financiamiento Rápido), que tiene como objetivo “responder a situaciones en las que no es necesario un programa económico completo porque la necesidad es transitoria y de naturaleza limitada, o no factible debido al diseño de políticas, la capacidad y otras restricciones de implementación”, tal como señaló Tiempo este martes y que podría sumar unos U$S 2300 millones.

-Además, que dé el visto bueno a una reducción de los pagos que el país debe realizar este año, de forma que “por lo menos” calcen con lo que el organismo desembolsará. Según cálculos publicados por este medio, la Argentina deberá pagar unos U$S 3500 millones al FMI por encima de lo que recibirá.

-También apruebe un nuevo plan de “estímulo” a los exportadores para que liquiden los dólares obtenidos por sus ventas al exterior. En realidad, están obligados a hacerlo, pero en el sector agropecuario hay inconsistencias entre lo declarado y lo efectivamente liquidado. En lugar de aplicar la ley, Massa prefiere persuadirlos con beneficios del tipo de los aplicados con los exportadores de soja en septiembre y noviembre del año pasado.

Un futuro sin dólares

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Foto: Télam

La perspectiva de una falta de dólares está motorizando una corrida contra el peso y una nueva presión devaluatoria, que consignó Tiempo el domingo pasado. La salida de fondos desde fondos comunes de inversión ha sido constante desde marzo, en simultáneo con saltos del 10% en los dólares financieros.

La respuesta del gobierno fue la toma de los bonos en dólares en poder de los organismos públicos, incluido el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de Anses, a cambio de los cuales entregó bonos en pesos. Con esos bonos en dólares, Massa y el Banco Central piensan intervenir para controlar los movimientos de los dólares financieros.