La medida se produjo a partir de la convocatoria de los Sindicatos Aeronáuticos Unidos que agrupan a los gremios de pilotos (APLA y UALA ahora fusionados), de técnicos (APTA), de personal superior (UPSA) y de personal de tierra (APA) y que surgió al calor del repudio a la política aerocomercial impulsada durante la gestión del ministro Guillermo Dietrich durante el gobierno anterior de Cambiemos. Ahora también se sumó el sindicato de los Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) que opera las torres de control de los aeropuertos.
La movilización convocada por los gremios bajo la forma de una caravana es la primera que surge formalmente desde los sindicatos aunque no la primera que se produce durante la pandemia con participación de trabajadores aeronáuticos. Las hubo especialmente de los trabajadores de Latam Argentina contra el cierre de las operaciones de la compañía, de los técnicos de Austral en rechazo a la fusión con Aerolíneas Argentinas que compromete los convenios colectivos y también de los operadores de torres de control en reclamo de sus paritarias.
Desde el punto de vista reivindicativo la movilización se concentró en la denuncia por la política permisiva del ejecutivo con relación a las compañías Latam y Avian. En el primer caso la compañía anunció su voluntad de retirarse del país (aunque conservando la posibilidad de triangular con las filiales regionales (Ecuador, Perú y Brasil) y presentó un Proceso Preventivo de Crisis cuyo rechazo, para los gremios, fue dilatado por la cartera laboral en una política funcional al avance de centenares de retiros voluntarios.
Avian, que surgió a partir de la adquisición de los aviones y rutas de la compañía Macair propiedad de la familia Macri, por su parte, no paga los salarios hace 20 meses a sus trabajadores sin que mediara intervención efectiva de la cartera laboral para regularizar la situación. Los trabajadores no percibieron ingreso alguno e incluso se vieron impedidos de obtener beneficios como el IFE o las ATP al no estar dados de baja en los registros oficiales. La empresa llegó al extremo de despedir con causa y por abandono de tarea a aquellos empleados que hubieran conseguido algún otro trabajo en el período. Finalmente acaba de anunciar su partida definitiva del país.
De fondo, en realidad, sobrevuela el cuestionamiento que reciben ambos ministros desde su nombramiento. Sucede que ambas carteras suelen ser el botín que los gobiernos en general y los peronistas en particular, reservan para funcionarios afines a los sindicatos.
El cargo en Transporte que se esperaba fuera para algún funcionario vinculado a los Moyano recayó en Mario Meoni un hombre vinculado al Frente Renovador de Sergio Massa mientras que la cartera de Trabajo, cayó en manos de un abogado y funcionario de carrera de la AFIP cercano al presidente como Claudio Moroni.
Por eso ante el agravamiento de la situación lo que en rigor está de fondo es el cuestionamiento a esos funcionarios tal como se puso de manifiesto en los cánticos de los trabajadores frente a la sede del Ministerio de Economía. Pablo Biró, titular de APLA, sin embargo, señaló a Tiempo Argentino que “de ninguna manera planteamos la renuncia de nadie. Laburamos para que este gobierno gane y solucione los problemas. Necesitamos una mano para los compañeros que se cayeron del sistema”.
Con todo, el dirigente opinó que, en realidad, “la política aerocomercial de la ‘revolución de los aviones’ no se ha revertido con el nuevo gobierno. Ni la política ni las consecuencias”. El dirigente explicó que “apenas fue el cambio de gobierno pedimos una reunión con el ministro de Transporte, nos dijo en diciembre que gestionaría una solución para Avian, después vino la panemia, le pedimos ATP, nos dijeron que lo habían coordinado con trabajo y saldrían, pero no ocurrió”.
Además, continuó, “luego vino el intento de cierre de Lan. Nunca citaron a la CEO de la compañía que sigue sin pagar el 100% de los salarios. Tiene medidas cautelares de la justicia con multas que incumple y el gobierno no le retrotrajo las matriculas extranjeras y le permite las operaciones de carga y de holding en la Argentina”.
Los reclamos gremiales, sin embargo, no llegaron al menos en esta oportunidad a la gestión de Aerolíneas Argentinas y Austral que están en pleno proceso de fusión: “con las autoridades de Aerolíneas cada sindicato está llevando negociaciones. Pilotos cerramos el acuerdo por la transferencia por un tema escalafonario y el resto de los sindicatos están negociando el traspaso”, dijo Biró.
El mismo dirigente reconoció que las paritarias están vencidas desde septiembre pero que no introdujeron ese reclamo porque aún no ha sido formalizado por los propios gremios.