Un relevamiento realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) dio como resultado que, durante el mes de enero se produjeron 6.639 despidos. La cifra contrasta con el mismo mes del año anterior cuando las cesantías fueron casi la mitad (3.692) e incluso con el mes de diciembre de 2017 cuando llegaron a 3.346.
El motor de la oleada de despidos fue el propio Estado que explica el 58% de los casos, incluyendo el sector público nacional (88), los organismos descentralizados como el INTI, el SENASA, los Coros y Orquestas y el Hospital Posadas entre otros (1.257), las provincias (116) el gobierno porteño (24) y las municipalidades (1.698).
Pero además, las empresas con capital estatal también promovieron un fuerte ajuste en sus plantillas que alcanzaron los 695 trabajadores concentrados especialmente en las minas del Río Turbio, en YPF y en la Fabrica Argentina de Aviones (FAdeA). En este último caso ya se acumulan 350 bajas en los dos últimos años y las cesantías continúan en febrero junto con suspensiones. A este rubro se podrían sumar 2.500 despidos programados en el Correo Argentino.
La política de implementar los despidos en el mes de enero apunta a disminuir el impacto de la reacción gremial porque, en uso de licencias, existen menores dotaciones y los sindicatos también ostentan una menor actividad. A pesar de esa práctica, la actitud de los trabajadores ha sido la de hacer frente a los despidos. Así es en el caso del Hospital Posadas, de los trabajadores del Canal de la Ciudad, de Radio Nacional y especialmente de los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) que se encuentran ocupando las instalaciones del instituto obligando a las autoridades a disponer de un lock out que ya lleva más de una semana.
Del mismo tenor fue la respuesta de los mineros del Yacimiento Carbonífero del Río Turbio que también ocuparon la mina y se ganaron la solidaridad de todo el pueblo que, de una u otra forma, depende económicamente del establecimiento.
De hecho, en la mayoría de estos casos, las cesantías todavía no terminan de sustanciarse ya que atraviesan conflictos de distinto tenor.
Por el lado del sector privado, durante el mes se produjeron 2.261 despidos y 500 suspensiones. Los mismos se concentran especialmente en la industria que lidera el ránking con un 82%. Dentro de las mismas se destaca el sector de la alimentación donde, en particular, hubo 730 despidos por el cierre del Ingenio San Isidro en Salta.
Del total de despidos 1.425, que equivalen a un 22,5%, son el resultado de los cierres de plantas.