Este martes se sabrá cuántas empresas se interesaron finalmente en las obras viales que lanzó el gobierno de Mauricio Macri en el primer tramo de los denominados proyectos de Participación Público Privada (PPP), el nuevo régimen de contratación de obra pública con el que declara buscar un incentivo para la actividad y el empleo y, a la vez, un aporte privado para aliviar las cuentas públicas en lo que hace a la inversión en infraestructura.

La presentación llegará después de dos años de impulso de esta iniciativa por parte de las autoridades y de un cabildeo proporcional realizado por las constructoras locales y extranjeras, que en los últimos días lograron una serie de respuestas a sus demandas de hacer al PPP más atractivo para las compañías.

El titular de la Cámara de la Construcción (Camarco) Gustavo Weiss dijo a Tiempo que la expectativa es que el martes se presenten «entre 10 y 11 grupos de empresas» locales y extranjeras aunque «no se sabe cuántas ofertas se van a presentar» en esta primera tanda de los PPP que consta de seis paquetes de obras de autopistas y rutas.

El último de los beneficios se conoció el miércoles pasado, cuando el gobierno ordenó destinar todo lo que recauda el impuesto al gasoil al pago de los PPP. Por medio del decreto 301/2018, Cambiemos definió «destinar partir del 1 de enero de 2020 la totalidad de los fondos con cargo al Sistema Vial Integrado (Sisvial) al Fideicomiso Individual PPP que se constituya conforme lo previsto en el artículo 60 de la Ley 27.431 para el Programa Red de Autopistas y Rutas Seguras (RARS) con el objeto de asegurar el cumplimiento de las obligaciones asumidas de conformidad con lo establecido en el artículo 23, inciso g) del Decreto 976/01».

Este incentivo se sumó a otros que habían sido otorgados por las mismas razones: la chance de discutir diferencias en tribunales internacionales; los cambios impositivos que permiten eximir a los privados del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y de Ganancias; el permiso para importar maquinaria temporariamente y sin costo; y la suba de los valores de los peajes una vez que estén terminadas las autopistas.

A pesar de todos estos gestos de la administración nacional muchas contratistas siguen pujando por nuevas medidas.

Weiss explicó que el apoyo de las constructoras a los proyectos PPP «es unánime» pero diferenció entre las empresas que tienen interés en la primera línea de licitaciones viales y otros segmentos, «como las empresas que se dedican a la vivienda en el interior», que están descontentas con el nuevo modelo de las viviendas sociales que estableció la administración de Cambiemos.

Los PPP son objeto de áspero debate desde que asomaron en la opinión pública a fines  de 2015. El rol del sector privado siempre fue eje de polémicas.

A manera de ejemplo, en un debate que organizó esta semana la Universidad de Belgrano, el jefe de auditores de la Auditoría General de la Nación (AGN), Ricardo Carciofi, destacó el plan de infraestructura pero alertó sobre la metodología que se implementará para desarrollarlo. En esa línea llamó a «cuidarse de las estrategias de las empresas» a las que les reclamó «servicios eficientes y de calidad».

Advertencias

La misma advertencia se escuchó en Washington, EE UU, donde el ministro de Finanzas, Nicolás Caputo, promocionó la versión argentina de los PPP en la Cámara de Comercio local.

En el panel denominado La agenda de infraestructura del G20 y el rol del sector privado, el experto del Banco Muncial en PPP, Laurence Carter, señaló que «la transparencia es la meta principal» y recomendó a la Argentina «tomar nota de países como Canadá o Australia, que apenas empiezan un proyecto lo divulgan y comunican».

El jefe de Gabinete del Ministerio de Hacienda, Ariel Sigal, reconoció que «no pasa un solo día en que un diario de Latinoamérica no muestre un caso que no funcionó (el PPP)pero no por eso hay que dejar de intentarlo», consideró.