La suba de precios en octubre fue de un 3,3% y estuvo por debajo de las previsiones. Un día antes, el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) difundió su relevamiento que arrojó un aumento del 4,1% en línea con el 4,2% del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA.
De todas formas, con ese registro, en los 46 meses de gobierno de Cambiemos, la inflación acumula un 269,3% que escalará a 304,13% para fin de diciembre si se cumplen los pronósticos del BCRA.
La de 2019 ya es la inflación anual más alta desde 1991 cuando el país salía de la hiperinflación del final del gobierno de Raúl Alfonsín. Un parámetro que sirve para poner en dimensión la suba de precios es la de observarla a escala de otros períodos presidenciales recientes como el inmediato anterior (2012-2015) que, tomando los datos del IPC de la Dirección de Estadísticas porteña (el Indec en ese momento sufría la intervención y presunta manipulación de los datos), acumuló un 178,46%. En el período previo, entre 2008 y 2011, alcanzó un 121,11% mientras que entre 2004 y 2007 fue de un 60 por ciento.
Pero además, en el período macrista, hay rubros sensibles que se ubicaron por encima de ese promedio. Vivienda, por caso, que incluye el alquiler y los servicios básicos, a octubre de 2019 acumula una suba de 422% o Salud (prepagas y medicamentos) que escaló un 305,5%. Transporte, que incluye el valor de los autos así como el combustible y el transporte público se encareció un 289,6%, mientras que Alimentos y Bebidas no alcohólicas lo hicieron, en esos 46 meses, un 252 por ciento.
Expectativas
Con todo, la leve desaceleración de octubre con relación a los dos meses anteriores (que de cualquier forma lleva implícita una inflación anualizada del 47,6%) promete ser circunstancial puesto que, el mismo día en que se conoció ese IPC, expiraba el decreto 566/19 de congelamiento del precio de los combustibles durante 90 días.
Al mismo tiempo, caducó el programa de Precios Esenciales que congelaba por seis meses los valores de 64 productos de primera necesidad y que, descartada su renovación, 48 de ellos pasarán al régimen de Precios Cuidados. Esa sola reconversión implica una suba del 13% con la sola excepción de la leche.
Los combustibles, en particular las naftas y el gasoil, saltaron un 5% el jueves. La nafta súper en las estaciones de servicio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya superó los $ 50. Sin embargo los operadores consideran que ese aumento no alcanza para acompañar el valor del dólar. Por eso, para los primeros días de diciembre se espera un nuevo aumento de al menos un 10%. Los representantes del sector de biocombustibles ya reclaman que la liberación de precios también los incluya.
Pero los combustibles no impactan sólo en el bolsillo de los automovilistas sino en toda la cadena de formación de precios por ser insumos fundamentales para la producción y el transporte de bienes.
De hecho se estima que impacte sobre la carne con un aumento promedio de un 18% y del pan que subirá hasta un 30 por ciento.
Pero además, todavía resta saber que ocurrirá con la quita del IVA para 14 categorías de alimentos de la canasta básica que, junto con el congelamiento del combustible, había dispuesto en forma extraordinaria el gobierno y que, según el decreto 567/2019, caduca el 31 de diciembre de 2019. Su renovación dependerá de la próxima gestión que podría asumir el costo fiscal o recurrir a un esquema de devolución del IVA dirigido a tenedores de tarjetas de débito vinculadas con haberes jubilatorios o programas sociales.
Esa decisión, según un estudio de la Secretaría de Comercio, restó un punto a la inflación del mes de septiembre.
Las prepagas de salud ya actualizaron sus tarifas siete veces en lo que va del año y cuentan con una autorización para otra suba del 12% en diciembre que consolidará un incremento del 61%. Se trata del mayor aumento anual para este servicio en los últimos ocho años. La telefonía celular no es considerada un servicio público. Por eso elude las regulaciones que corresponden a ese segmento. Movistar incrementó en noviembre un 24%, Claro lo hizo un 11% y Personal lo hará en un 13,5% en los próximos días.
La Provincia de Buenos Aires tiene pautada una suba de las tarifas eléctricas del 17% para enero, que motivaron una cautelar de la Defensoría del Pueblo (ver nota página 23).
Pero además, en los últimos días, han florecido las denuncias acerca de fuertes remarcaciones de precios por parte de grandes empresas en forma preventiva ante el hipotético congelamiento que emanaría del Acuerdo Social que propone Alberto Fernández.
Poder adquisitivo
La suba de precios redundará en una fuerte pérdida del poder adquisitivo de los salarios durante todo el período de Cambiemos. En 2019, la Asignación Universal por Hijo se actualizó en marzo en un 46%. A la postre resultará insuficiente para una inflación interanual que ya supera el 50%. Con el incremento del 8,74% anunciado en estos días y que comenzará a regir en diciembre, las jubilaciones durante 2019 subirán hasta un 52%, al menos tres puntos por debajo de los precios. En el período de Cambiemos la pérdida del poder adquisitivo del haber mínimo jubilatorio que concluirá en $ 14.068 será de alrededor de un 20%. Para los salarios registrados, el último dato oficial del Indec que data de agosto de 2019, da cuenta de un incremento acumulado desde enero de 2016 a ese mes de un 179 % mientras que los precios subieron un 237,6%. La pérdida del poder adquisitivo, de este modo, alcanzó un 17,4% pero sin tomar en cuenta aún el peor período, el que va desde la devaluación de agosto a diciembre. El salario en negro, por su parte, quedó 18 puntos por detrás que el registrado. «