Pocos días después de fumar la pipa de la paz con el gobierno, el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, advirtió que las inversiones de las empresas serán tan gradualistas como la política económica del gobierno nacional y, una vez más, sembró la duda en torno a la expectativa oficial de una «lluvia de inversiones» que ponga en marcha un ciclo positivo de la economía.

Desde San Pablo, Brasil, donde participó de una reunión del denominado Business 20 (B20), pata económica del Grupo de los 20 (G20), Funes de Rioja expresó a la agencia de noticias Telam que: “Yo estoy de acuerdo con el gradualismo. Pero el gradualismo, ojo, es para todo, para la protección social, para la reforma fiscal y para el inversor, que mira esos parámetros para hacer la inversión cuando las reformas estén en plena vigencia”.

Las declaraciones del también titular de la federación alimenticia COPAL contrastan también con el reciente discurso del presidente Mauricio Macri, quien en la apertura de las sesiones legislativas 2018 aseguró que “lo peor (de la crisis económica) ya pasó y ahora vienen los años en los que vamos a crecer” en alusión a las reformas que impulsó el Ejecutivo para que las empresas inviertan en el país.

Aunque las compañías siguen enviando mensajes negativos, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmó hoy que «ya llevamos siete trimestres consecutivos de crecimiento, liderado por la inversión que el año pasado creció 11%», y predijo que en 2018 «el aumento será mayor».

En la Cumbre Argentina 2018, que organizó en esta Ciudad el medio británico The Economist, Dujovne aseguró que: «El futuro que nos espera es muy promisorio» porque el gobierno nacional: «Está construyendo un esquema para que la inversión aumente».

«El año pasado tuvimos una Inversión Extranjera Directa (IED) equivalente a 1,5% del Producto Bruto Interno (PBI), mucho más elevada que en 2016», puntualizó el titular de Hacienda, quien destacó que «el proceso ya comenzó: la lógica para hacer negocios en la Argentina tendrá un cambio muy importante».

La promesa de la “lluvia de inversiones” estuvo presente en la campaña electoral que llevó al tridente gobernante a la Casa Rosada. Ni bien asumió, el propio gobierno construyó el horizonte del “segundo semestre de 2016” como momento en el que se produciría la mentada tormenta de dinero, sin embargo, las inversiones extranjeras y los desembolsos locales nunca se produjeron en la medida esperada.

En el reciente cruce dialéctico con los referentes de la UIA la polémica por la falta de confianza de los empresarios reapareció. Entre los que se quejaron de los hombres de negocios estuvo el propio Macri pero también su ministro de Producción, Francisco Cabrera, entre otros nombres del oficialismo.

Hoy Dujovne volvió a la carga con el mensaje optimista ante un nuevo auditorio de empresarios: “Hoy se proyecta un país con crecimiento estable por muchos años», dijo, a la par que: «Argentina va en camino a ser un país con una estructura impositiva similar a sus pares» por lo que: «Está todo dado para que Argentina sea un destino para la inversión y los que vengan primero se llevarán un premio mayor», prometió.

Inversiones personales en sintonía

El contexto no solo detiene a los empresarios. Un estudio de la consultora D’Alesio Irol informó que la motivación inversora de la clase media bancarizada sufrió un declive después de las elecciones legislativas de 2017.

El dato es llamativo, en primer lugar, porque la alianza gobernante recibió un fuerte espaldarazo popular en las elecciones de medio término y, por otra parte, porque el gobierno se montó sobre ese importante apoyo para avanzar con las reformas económicas que pedían los empresarios para invertir.

La expectativa de Macri y su gabinete económico es que las condiciones de fondo incentivarán a las inversiones del empresariado generando a su vez una dinámica favorable para las inversiones personales.

D’Alesio Irol explicó que su Índice de Confianza del Inversor (ICI) está fuertemente correlacionado con el humor político y social, dos variables que tuvieron “un crecimiento durante la etapa electoral y un declive desde entonces”.

En las conclusiones de la medición de febrero, la consultora informó que las inversiones locales “tienen una fuerte afinidad con los movimientos de la divisa norteamericana (el dólar). Por ello, el índice ilustra una nueva caída, coincidente con la expectativa de mayor dolarización de la cartera a raíz de la última devaluación”.

Y agrega que: “El diferencial de inversión en el presente y futuro aún es favorable. Aunque febrero refleja la mayor caída en la percepción de confiabilidad de las inversiones”.

Así y todo, la fuente señala que “siguen siendo mayormente positivas las expectativas para el próximo año” y que: “El dólar, seguido del plazo fijo, continúa liderando entre las preferencias de inversión de la clase media argentina”.