Según el informe de la Cuenta de Generación de Ingresos (CGII) del Indec del primer trimestre del año, publicado en la semana que pasó, los trabajadores perdieron 3 puntos de participación de generación en el ingreso de la economía. El indicador señala que, del valor agregado bruto total de la economía generado, los trabajadores pasaron de explicar el 51,3% que se registró en los primeros tres meses 2018, al 48,3% en el mismo período de este año. Los empresarios, por su parte, avanzaron 2,3 puntos toda vez que el «excedente de explotación bruto», un indicador equivalente a las ganancias empresarias, pasó del 36,6% en 2018 al 38,9% en la última medición.
El diferencial entre la suma de la participación en la generación entra ambas clases fundamentales y el ciento por ciento del valor agregado se explica como valor generado por el denominado «ingreso mixto» o cuentapropismo, que pasó del 12,3% a un 13,7% como reflejo, también, de un proceso de precarización laboral.
De este modo, a nivel general, de los $ 14,8 billones que genera en forma anualizada la economía, 7,2 billones se explican por el trabajo asalariado, mientras que 5,7 representan el excedente de explotación bruto. Comparado con el mismo trimestre del año anterior se trata de un incremento del 43,18% en el valor agregado que, tomando en cuenta la inflación interanual de marzo de un 54,7%, implica, un retroceso de 11,5 puntos equivalentes en términos reales a una caída del 7,4 por ciento.
Es una cifra congruente con el retroceso interanual del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que en marzo dio como saldo una caída del 6,8 por ciento. Sin embargo, mientras que las remuneraciones al trabajo asalariado se incrementaron apenas un 34,76%, la suba de la explotación bruta fue del 52,22 por ciento. De ese modo el retroceso en términos reales para los asalariados llegó hasta un 12,9%, mientras que, las ganancias capitalistas tomadas en forma global, cayeron apenas un 1,6 por ciento.
Así las cosas, en el marco de la recesión provocada por la política económica del gobierno, no todas las clases sociales han atravesado la crisis de la misma manera. De hecho, esos tres puntos de retroceso, equivalen a $ 444 mil millones que, en un año, se transfirieron del bolsillo de los asalariados a manos de la clase capitalista.
Durante el período analizado, además, cerraron sus puertas alrededor de 12 mil empresas que representan algo más del 2% de las existentes un año antes. Por eso, los datos dan cuenta, además, de un proceso de concentración del capital que indica que, las ganancias de las empresas que pudieron mantenerse en pie, no sólo no se vieron afectadas sino que, además, quedaron en mejores condiciones de competencia para beneficiarse en un supuesto período de reactivación económica.
El informe además, da cuenta de la pérdida de 105 mil puestos de trabajo registrados que fueron recuperados por la generación de 115 mil puestos de trabajo no registrados, un proceso de evidente precarización laboral que indica también quienes fueron los más perjudicados por la crisis: los trabajadores en general y los eslabones más débiles en particular.
En el caso de la industria, el valor agregado bruto se incrementó un 46,22% en términos absolutos, mientras que las ganancias lo hicieron en un 40% y el trabajo asalariado en apenas un 34 por ciento. «