Un informe de la consultora Tendencias Económicas y Financieras publicado el pasado 7 de julio revela cifras alarmantes desde el punto de vista de la ofensiva de las patronales y el Estado contra los trabajadores bajo la forma de despidos y suspensiones.
El estudio elaborado por la consultora especializada en la asistencia a empresas, a cargo de José Luis Blanco, recoge puntillosamente las cesantías y las suspensiones sector por sector, así como la conflictividad laboral que esta ha generado en el último mes y en comparación con cada uno de los meses desde enero de 2010.
El pico máximo de despidos desde ese año fue durante el mes de febrero de este año.
Despidos versus suspensiones
Según el informe, los despidos llegaron a 5945 trabajadores en junio que equivalen a un 866% más que los 615 registrados durante el mismo mes del año anterior.
Pero además, las suspensiones alcanzaron a 7968 trabajadores bajo diversas modalidades concentradas especialmente en la industria automotriz y de autopartes (Fiat suspendió 1500 trabajadores), la industria siderúrgica (2500 sólo en Siderar) y la de electrodomésticos, entre otras.
El análisis, además, presenta el consolidado semestral en el que se destacan los 160.515 despidos que equivalen a 16 veces los registrados durante el primer semestre de 2015 y se concentran especialmente en el sector de la construcción y los estatales. En este punto vale destacar el carácter federal del ajuste que no discrimina colores políticos ya que fue aplicado y tolerado tanto por el gobierno nacional como por los gobiernos provinciales en mano de la oposición como en Tierra del Fuego, Santa Cruz o Santiago del Estero.
En el caso de las suspensiones, se registra un número de 55.901 trabajadores con sus jornadas reducidas y la consecuente pérdida de salarios y otros beneficios derivados de las horas extras y nocturnidades. Según el informe, se trata de un incremento interanual para el período del 562 por ciento. Los altos niveles de suspensiones, según el informe, «ponen en evidencia la recesión industrial».
El análisis de la serie muestra que en julio de 2014 hubo un pico extraordinario de suspensiones que contrastan con los bajos niveles de despidos en ese período. A su vez, se refleja una situación inversa en este último mes, en el que las empresas privilegiaron el despido abierto a la reducción de las jornadas. El contexto electoral de aquel entonces promovió el intervencionismo estatal para paliar situaciones a través de la mediación del Ministerio de Trabajo. Ahora el contexto de ajuste generalizado ha creado las condiciones para que las empresas operen una «racionalización» a fondo, sin mediar consideraciones.
Huelgas, cantidades y motivos
El informe, además, cuantifica la respuesta de los trabajadores. Lo curioso es que el número de huelgas se ha reducido al involucrar a 413.073 asalariados lo que representa un 86% menos que los trabajadores que participaron de huelgas en el mismo mes del año anterior. Sin embargo, la duración de las luchas sindicales se extendió en casi un 190 por ciento. En lo que hace al acumulado del semestre, sí se registró un incremento de un 84% en los paros y, curiosamente, el informe aclara que fueron por «reclamos salariales y no contra los despidos». Para comprender este descenso de las huelgas es válido destacar que el pico en 2016 se produjo en abril, precisamente cuando se discutían las paritarias y se atravesaba el clímax de despidos del año.
En aquel entonces las conducciones de las centrales sindicales preparaba la movilización del 29 de abril, que luego de realizada discontinuarían al llevar la pelea contra los despidos al terreno parlamentario, lo que finalmente fue frustrado por el veto presidencial. Sin embargo, esa afrenta no recibió una respuesta sindical. De hecho, lo que revela el informe de Tendencias Económicas es que la acción gremial ingresó en una meseta con la excepción de los sectores independientes de las conducciones tradicionales, como los gremios estatales de Tierra del Fuego y Santa Cruz, y los docentes universitarios, entre otros casos.
Las peleas que desarrollaron estos sectores son, precisamente, las que más se extendieron y han forjado, en su transcurso, nuevas direcciones independientes que coordinan sus planes en forma autónoma a las centrales sindicales tradicionales. Así, la Unión de Gremios Estatales de Tierra del Fuego ya lleva más de 120 días de huelga, en tanto que la Mesa de Unidad Sindical de Santa Cruz, que agrupa a empleados municipales y docentes, acumuló más de 45 días de huelga. «