En 2017 ingresaron al país autopartes importadas por U$S 8.351 millones mientras las empresas locales exportaron al mundo por U$S 1.641 millones, con lo cual el déficit comercial del sector alcanzó los U$S 6.710 millones, un 15,4% más que en 2016, informó la Asociación de Fabricantes de Componentes (AFAC) en el marco de su informe de comercio exterior.
El rojo de las autopartistas representa nada menos que el 80% de déficit comercial general, que según el INDEC alcanzó los 8.500 millones de dólares el año pasado. Además es el déficit más alto desde 2013, un año en el que las fábricas locales de autos crecieron 3,5%
Las importaciones aumentaron 14% en 2017 respecto a 2016, más que las exportaciones, que en el mismo período crecieron pero un 8,6 por ciento.
Este proceso resultó nefasto para el empleo local: entre 2016 y 2017 las empresas dieron de baja nada menos que 3 mil puestos de trabajo, según un informe reciente de la Universidad de Avellaneda (UNDAV).
La tendencia promete continuar este año en el marco de la apertura comercial que propicia el gobierno nacional. Además asoma en el horizonte un posible acuerdo de libre comercio con la Unión Europea que para los expertos complicaría la situación todavía más.
El informe de AFAC señala que el mayor déficit del comercio de autopartes fue con Brasil. Las exportaciones a ese país fueron por U$S1.007 millones que representaron un aumento del 13% en relación con 2016. Pero las importaciones ascendieron a los U$S 2.674 millones, que implican un incremento del 19,8 por ciento.
Los que conocen el paño no ven una recuperación en el mediano plazo. El empresario Aldo Lo Russo, miembro de AFAC y secretario General de la Cámara de la Mediana Empresa Metalúrgica (Camima), explicó que el mercado de fabricación de autopartes en la actualidad se encuentra sometido a dos fuentes de tensiones: la competitividad local y la competencia de los competidores externos.
En cuanto a la primera, Lo Russo criticó las políticas oficiales que el gobierno definió como sinceramiento de las variables macroeconómicas que nos llevaron a encarecer nuestros costos en temas de energía, logística, telefonía, embalajes, tasas de interés y retraso cambiario.
Sobre la incidencia de la producción extranjera, planteó que: Esa competencia, apoyada en sus grandes volúmenes de fabricación, las políticas de subsidio a la industria de sus países, las tomas de decisiones de compras en las casas matrices, a lo cual se agrega ahora el posible acuerdo EU Mercosur, que hace prever un empeoramiento de la situación.
Según el informe de AFAC, el comercio con la Unión Europea representa el segundo déficit más alto, con un negativo de U$S 1.645 en las cuentas comerciales locales.
El futuro es incierto. Para Lo Russo, sin el apoyo activo del estado en el cumplimiento de la ley del mercado de autopartes este déficit en lugar de reducirse se irá ampliando. El empresario destacó también que no estamos considerando en este número la incidencia del mercado de autopartes de reposición, lo que seguramente incrementará el déficit significativamente.
El pronóstico coincide con un informe de la consultora Radar que avisa que en 2018 las exportaciones seguirán con un bajo dinamismo.
La titular de esa entidad, la economista Paula Español, analizó que: El sector automotriz viene mostrando un fuerte desequilibrio desde la renovación del ACE 15 (Acuerdo de Complementación Económica firmado con Brasil) en 2016, que estableció que el plazo para el cumplimiento del «flex» del sector automotriz entre Argentina y Brasil sea de 5 años en vez de uno.
Para la fuente, a ese tema se suma la laxitud del gobierno en la administración del comercio exterior, que generó que el resultado negativo se profundice, tanto en autopartes como en vehículos terminados, rubro que adeuda cerca de mil millones de dólares por importar más de lo permitido en el marco del acuerdo vigente con Brasil.