Mientras se esperan definiciones sobre el organigrama del próximo gobierno y sobre los funcionarios que ocuparán los cargos importantes dentro del Ministerio de Economía, los formadores de precios siguen adelante con las remarcaciones, especialmente de alimentos.
Los incrementos se dieron especialmente después de la consagración de Javier Milei en el balotaje del 19 de noviembre. A partir de esa fecha, los valores al público se dispararon como una suerte de reflejo de las declaraciones de las futuras autoridades, incluido el presidente electo, Javier Milei, que anticipó un escenario de estanflación (inflación con estancamiento económico), defendió la existencia de monopolios y adelantó la desactivación de la Secretaría de Comercio, dependencia que en los últimos años tuvo un rol importante en el control de precios, más allá del cumplimiento efectivo de los planes que se lanzaron desde el Estado.
En este contexto, el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) definió esta escalada como producto de un mercado sin control, que aprovechó a subir sus precios sin justificación, en medio de la incertidumbre que se abrió paso durante la transición gubernamental.
El Indice Barrial de Precios (IBP) de esa entidad, que mide una canasta de 27 artículos de consumo masivo en 850 comercios de 20 distritos del conurbano bonaerense, arrojó un aumento promedio del 14,8% en noviembre.
Según el cálculo, una familia de dos adultos y dos niños necesitó $ 182.905 ese mes para cubrir el costo de esa canasta, lejos de los $ 159.153,96 que requirió un mes antes.
Por el mismo conjunto de productos, en diciembre de 2022 el grupo familiar desembolsaba $ 64.134,25, informó el Isepci. El aumento supone una variación del 185,19% en 11 meses.
Los precios que más subieron fueron los de las carnes, con un aumento del 209,75%, mientras que los de almacén treparon 183,26; y los de verdulería, 156,1%. Dentro de este rubro, la banana subió 53,85% respecto a octubre y 185,71% en el acumulado desde enero; la manzana se incrementó 28,5% intermensual y 136,8% en los once meses del año; y la mandarina subió 20% en noviembre y 215,79% en el total anual.
En almacén, lo que más aumentó en noviembre fueron las arvejas con el 33,3% (263,6% anual); el arroz, con el 31,4% (411,1%); y el puré de tomates de 520 gramos, 23,7% (230%).
En carnicería el aumento más alto fue del asado, el 21,2% (207,6%); la carnaza 14,2% (220%); y el espinazo 15,3% (200%).
Análisis
Durante el cierre del informe de noviembre, el titular del Isepci, Isaak Rudnik analizó la situación en diálogo con Tiempo.
Rudnik señaló que el clima de incertidumbre pre-electoral “lejos está de disiparse, aunque por distintas razones. Antes fue porque no se sabía quién quedaría al frente del gobierno, ahora porque en estos primeros días las definiciones del futuro gobierno son confusas y desordenadas” y señaló que en ese contexto de confusión los formadores de precios “aprovechan y mandan listas con aumentos del 45% y más”, tal como se pudo comprobar en los últimos días con almaceneros y dueños de autoservicios.
El referente del Isepci apuntó que “aun cuando el gobierno saliente de hecho devaluó un 20% para todas las exportaciones con la nueva proporción de 50-50, lo cierto es que el tipo de cambio en líneas generales se mantuvo estable, por lo que ni de cerca, hay justificación para aumentos de semejante proporción”.
El análisis es que los formadores se adelantaron a posicionarse antes del cambio de gobierno con la probable intención de frenar los aumentos después del cambio de mando «para darle un respiro al nuevo gobierno en sus primeros días subiendo precios, pero por debajo de la previsible devaluación que se produzca”, de acuerdo a los pronósticos y primeras señales de la futura administración.