Las canastas del Indec que se utilizan para medir la pobreza y la indigencia crecieron en febrero por debajo de la inflación general. La Canasta Básica Alimentaria (CBA – Indigencia) creció un 1,9 por ciento, mientras que la Canasta Básica Total (CBT – Pobreza), un 1%. En ambos casos, la inflación de estas canastas estuvo por debajo de la general, que fue del 2%.
A nivel interanual (últimos doce meses), las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron del 51,0% y 47,9%, respectivamente. La inflación general en el mismo período fue de 50,3%. A diferencia de lo que ocurría durante el macrismo, la inflación de los más pobres creció por debajo de la media.
La variación de la CBA fue la más baja desde abril del año pasado, cuando había sido de 1,8%. El valor nominal de esa canasta es de $ 5.432,32, para un individuo. En tanto, la variación de la CBT fue la más baja desde junio de 2017, cuando había dado el mismo porcentaje (1%). Para encontrar un número menor, hay que retroceder hasta diciembre de 2016, cuando la variación había sido de 0,2%. El valor nominal de esta canasta es de $ 13.200,54, para un individuo.
A nivel hogares, una familia compuesta por dos adultos y dos menores necesita $ 16.785,87, para no caer en la indigencia, y $ 40.789,67, para no caer en la pobreza.