El avispero empresarial está alborotado desde que el gobierno anticipó que el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur estará definido en los próximos días, justo antes de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que se realizará en esta Ciudad entre el 10 y el 14 de este mes.
La bronca saltó el lunes, en la Conferencia Industrial, el evento anual de la Unión Industrial Argentina (UIA) que aprovechó el ministro de Producción, Francisco Cabrera, para lanzar el adelanto. Formalmente, los anfitriones escucharon y aplaudieron pero en los pasillos del complejo Parque Norte objetaron la propuesta que el gobierno mantiene bajo siete llaves.
El expresidente de la UIA, José de Mendiguren, señaló que los industriales hicieron dos pedidos de informes a la Cancillería pero no obtuvieron mayores detalles de la letra que el gobierno quiere firmar sí o sí en los próximos días.
En sentido general, las industrias alertan que lo que quiere la UE «está muy lejos de los intereses promedio» de las firmas argentinas. Por ejemplo, advierten que el bloque europeo «vuelve a cerrar las fronteras para los productos agrícolas argentinos, como la carne y los biocombustibles, y lo único que pretende es la apertura de los sectores industriales» para colocar su producción en el país, señaló De Mendiguren. «Hace 20 años que los europeos quieren esto pero es imposible firmarlo sin haber hecho un estudio de impacto económico», sumó el empresario.
Otro punto que sembró la discordia es que el gobierno argentino abrió las compras del Estado a la participación europea, una decisión que insólitamente coincide con el tratamiento local de una ley de Compre Nacional.
Los industriales aseguran que desde el inicio de las conversaciones quisieron participar del acuerdo pero el gobierno nunca accedió. El año pasado, mientras los abogados de las partes redactaban el texto, la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados le pidió información a la entonces canciller Susana Malcorra. La funcionaria se comprometió a facilitar datos pero no lo hizo. Este año hubo un nuevo pedido formal a Cancillería y otro al jefe de Gabinete, Marcos Peña, con el mismo resultado.
Esos desplantes del Ejecutivo explican por qué los dirigentes de la UIA se paseaban por los pasillos de Parque Norte con el rechazo a pedir de boca.
José Urtubey, vocal de la UIA y directivo de Celulosa Argentina, coincidió con que «hay poca información sobre el tratamiento que se le van a dar a las distintas posiciones arancelarias», y pidió «mayor apertura y transparencia para no terminar convalidando situaciones que no están en línea con las expectativas de las empresas argentinas».
Para el salteño, el «apuro» del gobierno tiene que ver con la cita de la OMC en diciembre: «Que haya una cita de ese calibre en diciembre no justifica que vayamos sin participación y consenso de todos los sectores».
En el mismo sentido, Teddy Karagozian, titular de la hilandera TN Platex, lamentó que: «En el pasado también tuvimos procesos que se aceleraron y nos han perjudicado porque la letra chica está mucho más desarrollada por los abogados de los extranjeros que por los nuestros». Y en esa línea apuntó que: «A veces, cuando el que negocia muestra apuro, el resultado es que no negocia bien».
El tema ya llegó al Parlamento: el próximo martes 5 está previsto que se reúnan legisladores vinculados a la industria, entre ellos Pino Solanas, para pedir que el acuerdo entre el Mercosur y la UE se trate en el Congreso.
A favor
Los que criticaron el acuerdo con la UE señalaron a las automotrices como uno de los pocos sectores fabriles a favor del libre comercio. A contramano de sus pares de la UIA, Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat y partidario de Cambiemos, negó que exista malestar de sectores empresarios sobre las reformas del oficialismo.
Por su parte, la Cámara de Comercio (CAC) coincidió con la falta de información pero confió en la chance de llegar a un buen acuerdo: «No tenemos información concreta pero el acuerdo aparentemente está bien encaminado», confió el dirigente Víctor Dosoretz. «
Cavalieri: «El movimiento organizado de trabajadores apuntará al resguardo de las conquistas alcanzadas»
Con la presencia de más de 600 congresales de todo el país, se aprobó por unanimidad la Memoria y Balance 2016-2017 de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS). En su discurso, el dirigente histórico Armando Cavalieri afirmó que los mercantiles, y el movimiento obrero en su conjunto, deben enfrentar los desafíos que plantea la modernidad más allá de las vicisitudes políticas que se presenten.
El movimiento organizado de trabajadores que siempre ha permanecido de pie apuntará al desarrollo, la capacitación permanente de los trabajadores y el resguardo de las conquistas alcanzadas, destacó el dirigente mercantil.
Durante el XXVIII Congreso Nacional Ordinario de la FAECYS, celebrado el miércoles pasado en Parque Norte, también se hizo mención a la administración de la obra social Osecac, que presta asistencia médica a más de 2 millones de beneficiarios en todo el país.
Al respecto, Cavalieri se refirió a las recientes inauguraciones del Sanatorio de alta complejidad Sagrado Corazón Regional Oeste y del Centro Odontológico OSECAC, uno de los más importantes de Latinoamérica, además del lanzamiento del Medical Center, un centro de asistencia integrada de alta tecnología, con 25 puntos de atención.
Al finalizar, Cavalieri llamó a profundizar la unidad en el gremio. «