El titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Adrián Kaufmann Brea, alertó ayer que el problema más grande que tiene la economía es la caída del mercado interno y pidió que el gobierno nacional le imprima velocidad a las políticas destinadas al sector.
El empresario ofreció una conferencia de prensa en la sede central de esa entidad acompañado por el vicepresidente Miguel Acevedo y el economista jefe Diego Coatz para presentar la nueva edición de la Conferencia Industrial que se realizará el lunes y martes próximos.
Un día más tarde, el miércoles 23 de noviembre, por la tarde, los industriales participarán de la segunda mesa de diálogo entre empresarios y gremios auspiciada por la administración nacional.
En la charla de la participaron unos quince periodistas de medios nacionales, Kaufmann se esforzó para mantener una posición equilibrada respecto del gobierno central. En ese sentido, apuntó problemas que afectan al sector productivo desde el cambio de rumbo económico de diciembre pasado que insistió en moderar con elogios a la predisposición de la gestión macrista para dialogar con las empresas.
Así, el hombre de Arcor adelantó que la actividad industrial apreciará una caída anual del 4,5%, un punto por encima de lo que las propias firmas habían calculado al comienzo del año. A la cabeza de las razones que, desde el punto de vista de los empresarios, explican la caída se encuentra la falta de una política de shock. Hubo un shock de entrada con el levantamiento del cepo cambiario y con la solución con los holdouts pero después vino un gradualismo en el que el gobierno se fue asentando hasta llegar a estas condiciones, lamentó el ejecutivo que también atribuyó una parte de la responsabilidad al recesivo socio Brasil.
Tenemos problemas de competitividad, agregó el titular de la UIA, quien explicó la situación como resultado de muchos años de subsidios y beneficios impositivos. Además, analizó la presión tributaria: Se duplicó en los últimos cinco años: hoy un alimento tiene 41% de impuestos y un auto, 51%. En cinco años pasamos del 12 al 23% de presión tributaria.
A la par, denunció que con la actual presidencia el gasto público no se solucionó ni mucho menos, igual que el costo energético. En ese sentido, agregó que más del 25% de la recaudación proviene de aportes de la industria.
En un contexto de fuerte turbulencia en el empleo, cuya pérdida se cuantifica oficialmente en los 150 mil puestos pero que extraoficialmente está por encima de las 200 mil personas despedidas, Kaufmann resaltó que las socias de la UIA tienen más del 40% de capacidad instalada ociosa en todos los sectores de la industria. A contramano, subrayó que las compañías del sector productivo anunciaron más inversiones este año que las de otros sectores de la economía, como el campo, el comercio o los servicios.
El titular rechazó por otra parte que exista una ola de importaciones y comparó que en promedio hay menos importaciones que antes aunque reconoció ingresos en los sectores como el textil y otros específicos de la industria alimenticia. Sin embargo, llamó al gobierno a implementar una administración inteligente. Sobre el caso específico de la eliminación de los aranceles para el ingreso de computadoras que hoy tiene en vilo a ese sector, el empresario aseguró que se está trabajando con funcionarios de Producción. Esperamos anuncios concretos pero no con la palabra reconversión, dijo Kaufmann, en alusión a la voluntad que expresó el gobierno de que los sectores afectados se cambien de rubro.
En relación con los ingresos del exterior, el industrial señaló la responsabilidad de los supermercados: Son los primeros importadores.
A su turno, Diego Coatz, informó que hay sectores que están discutiendo un esquema (de administración del comercio exterior) con el gobierno y pidió a la administración de Cambiemos no tomar el atajo de la importación en rubros en los que tenemos oportunidades.
En este punto, Acevedo intervino para descomprimir al señalar que cuando crece el mercado interno también suben las importaciones por lo que sugirió estudiar las compras exteriores caso por caso.
El referente de Aceitera General Deheza aprovechó para despegarse de la polémica que surgió esta semana en una entrevista al ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, y rechazó vínculos entre la política económica del gobierno y los programas que llevaron adelante la dictadura cívico militar de los 70 y el Menemismo en los años 90: no vemos contacto pero Chile entra zapatos como loco, alertó el empresario que presidirá la Conferencia Industrial de este año.
Hay mucho tráfico en las fronteras pero no vemos un fenómeno masivo, añadió Acevedo que al igual que Kaufmann pareció remarcar la voluntad de equilibrar la crítica y el trato fraternal con las autoridades. Las importaciones también caen cuando hay recesión pero hoy en el desagregado es preocupante la cantidad de bienes importados no productivos, sumó el empresario, que también se manifestó partidario de una administración inteligente.
Para salir del tema, Kaufmann remarcó que hoy el problema central es la caída del consumo interno. En la UIA, explicó, somos el 98% de pymes que representan el 49% de las ventas locales y el 51% del empleo. Las chicas, medianas y grandes están pasando por esto de igual manera. No obstante, bajó el tono de la polémica cuando afirmó que el gobierno está trabajando con las empresas para solucionar el tema. El tipo de cambio, planteó, debe ser competitivo y hoy está atrasado. La tasa, agregó, está alta.
En este tramo, Coatz explicó que en la UIA no pedimos devaluar sino tener una política cambiaria de mediano y largo plazo frente al pronóstico de una economía que el año que viene podría tener una inflación del 20% como techo.
Kaufmann alistó una vez más la demanda de una reforma impositiva y adelantó que el martes, en el segundo día de la Conferencia Industrial, habrá propuestas concretas de la UIA para balancear ingresos y agresos.
El gobierno enfrentó 10 millones de problemas, algunos los arregló, otros más o menos y otros no, expresó el dirigente en una frase que resume el equilibrio que buscó mantener durante el encuentro con la prensa. Nuestra función es notar lo que está mal. Ojalá la obra pública pueda empujar la industria pero hay que imprimirle velocidad a las medidas, concluyó.