Los títulos de corto plazo en dólares que el gobierno había dejado de pagar el año pasado podrán ser canjeados por bonos en pesos con vencimiento dentro de tres y cuatro años. La decisión fue tomada por el Ministerio de Economía, que anunció la subasta para este viernes.
La operación de conversión de activos, como la definieron las autoridades, permitirá sacar del mercado 12 series de Letes en dólares, con vencimiento original entre agosto de 2019 y febrero de 2020, como así también dos series de Lelink (letras con evolución atada a la cotización del dólar) que deberían haberse amortizado en noviembre y diciembre del año pasado. También se podrá entregar el bono dual AF20, que vencía el 13 de febrero de este año, y el TV21, en pesos atado al dólar, que es el único cuyo plazo original de cancelación todavía no expiró.
A cambio de esos títulos en divisas o atados a sus cambios de cotización, Hacienda entregará dos bonos en pesos cuyo capital se actualiza por el índice CER: el Boncer 2023, que rendirá 1,4% anual de interés adicional, y el Boncer 2024, con tasa de 1,5% anual. Cada inversor se llevará el 30% de su colocación en el bono corto y el resto en el de amortización más tardía. Algunos analistas alertaron que la tasa de conversión a la que se aceptarán las letras implicará de hecho una pérdida de capital de alrededor del 15%, aunque de todas maneras la operación podría ser beneficiosa teniendo en cuenta el pobre valor de esos papeles en el mercado secundario.
Las Letes (Letras del Tesoro) fueron el mecanismo más usado por la gestión de Cambiemos para endeudarse en el mercado doméstico. Su utilización se intensificó a mediados de 2018, cuando el retiro de capitales y la consecuente disparada del dólar volvió prohibitiva la toma de créditos en el extranjero. El abuso de la herramienta y la pérdida de poder del macrismo tras la debacle electoral en las primarias llevó a que el gobierno de entonces decidiera unilateralmente su reperfilamiento: sólo abonó el 15% del capital y el resto lo pateó a tres y seis meses. A poco de asumir, el gobierno de Alberto Fernández retrasó la devolución hasta agosto de este año y luego hizo lo propio hasta septiembre con el bono AF20.
Este será el segundo intento por retirar de circulación las Letes: en mayo hubo uno similar por el cual se rescataron unos U$S 1.800 millones. Fuentes del mercado estiman que hay un remanente cercano a los U$S 7.000 millones, de los cuales buena parte está en poder de organismos oficiales que en su momento prestaron auxilio al Tesoro: sólo el 30% se encuentra en manos privadas.
La iniciativa de normalización de estas obligaciones atrasadas y su cambio de perfil (de dólares a pesos) se inscribe en la estrategia de normalización de la deuda pública que viene desarrollando el Palacio de Hacienda. Al respecto, mientras continúan las negociaciones para canjear los bonos en dólares emitidos bajo legislación extranjera, se prevé que en los próximos días se anuncie una reestructuración similar para los instrumentos bajo ley local.