Con estas cifras el turismo se ha consolidado como un sector deficitario en las cuenta externas de la Argentina algo que diversas gestiones vienen intentando revertir desde 2011 cuando empezó la espiral negativa. Es que, entre 2006 y ese año, el sector se había caracterizado por ser un proveedor neto de divisas a partir del impacto de la fuerte devaluación de 2002 que había impactado favorablemente en el ingreso de turistas internacionales que logró estabilizarse.
Según el informe del Mercado Único y Libre de Cambios y el Balance Cambiario del BCRA, en marzo de este año se registró una salida neta de divisas por turismo de U$S 903 millones que consagran una déficit de U$S 3.066 millones por este ítem durante los primeros tres meses del año. En el mismo período del año pasado el déficit había sido de U$S 2.210 millones.
Se trata del trimestre récord en la materia superando al peor registro anterior relativo al IV trimestre de 2015 cuando había llegado a los U$S 2.439 millones posiblemente generados por un fuerte impulso en la venta de pasajes al exterior ante las expectativas devaluatorias.
Así las cosas, según se desprende de ese mismo informe cambiario, el turismo ha pasado a ser el sector que más afecta la balanza comercial del país superando incluso el déficit del sector automotriz que llegó a U$S 2.027 millones en los primeros tres meses del año.
Se esperaba que esta sangría del turismo receptivo, como la denominan los operadores del sector, fuera superada al menos parcialmente a partir de la fuerte devaluación de diciembre de 2015 cosa que no ocurrió porque coincidió con el peor momento de la crisis en Brasil principal mercado emisor de turistas hacia nuestro país.
El impacto de esa devaluación en la competitividad turística, a un año y medio del levantamiento de las restricciones cambiarias, ya fue anulado por la inflación acumulada que ronda el 50% desde diciembre de 2015 lo que en parte explica los resultados de la Encuesta de Turismo internacional del INDEC que consolidan el 27º mes consecutivo de déficit en la balanza de ingresos y egresos de turistas a la Argentina por vía área y marítima. Resta aún conocer los datos de ingresos y egresos de turistas por vía terrestre que podrían incluso agravar el escenario.
Las restricciones cambiarias promovidas por la gestión del gobierno anterior pretendían, entre otros objetivo, revertir la situación del turismo algo que no ocurrió y que incluso en las estadísticas del BCRA se agravó porque el ingreso de dólares por turismo se canalizó por la vía del mercado informal ajeno a los registros del BCRA.
Con todo, según los datos relevados por el INDEC, que mide la salida y el ingreso de divisas a partir de una encuesta de gastos en las vías de ingreso y por lo tanto registra indiscriminadamente el mercado negro y el oficial, tampoco se percibió una reversión de la tendencia durante el período en el que rigieron las restricciones cambiarias. De hecho en 2012 el déficit en divisas registrado por esta medición fue de U$S 982 millones, en 2013 de U$S 1.518 millones, en 2014 de 641 millones y en 2015 de U$S 1.400 millones.