En marzo de este año la construcción mostraba sus credenciales de enérgico brote verde y se encaminaba a ubicarse entre los sectores más dinámicos de la economía local y uno de los más activos en la apertura de puestos de trabajo.
Apenas un mes después el panorama era otro y para agosto, tras dos devaluaciones, y un polémico regreso al Fondo Monetario, la construcción entraba en un inesperado túnel en el que todavía no asoma la luz.
Según el Estimador Mensual de la Actividad Económica del Indec (EMAE) en septiembre la actividad cayó 2,9% respecto al mismo período del año pasado, acusando el segundo dato negativo después de 17 largos meses de andar irregular pero positivo.
El mes previo hubo una caída del 0,2 por ciento y el retroceso repercutió en el empleo. En septiembre la ocupación del sector fue de 415.170 puestos registrados, un 1,4% menos que el mes anterior, casi seis mil nuevos desempleados en apenas un mes.
El número del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) ratifica la tendencia que anticipaban las empresas dos meses atrás al calor de la crisis financiera y la vuelta al FMI, dos factores que derivaron en un rotundo cambio de planes en términos de obra pública pero que también afectaron el futuro de los proyectos de Participación Público Privada (PPP) en los que el gobierno depositó sus mayores esperanzas para el sector.
La retracción del empleo también fue un 1,4% menor en el tercer trimestre comparado con el trimestre anterior.
“El tercer trimestre del año culmina con una reducción significativa del ritmo de generación de empleo en todos los segmentos de empresas, siendo más fuerte en la franja que engloba a las firmas de mayor tamaño relativo” explicó el IERIC. Y agregó: “La única franja que exhibió una expansión en dicho período es la de empresas de entre 20 y 79 empleados, que agrupa aproximadamente al 30% de los puestos de trabajo en la Industria de la Construcción”.